El 84% de los accionistas de Telefónica apoya la reelección de Álvarez-Pallete

La ‘teleco’ se fija la meta de reducir en 5 millones de toneladas las emisiones de CO2 de sus clientes en 2025 y da el visto bueno a la política de retribuciones ligada a la ESG

Telefónica ha dado el visto bueno a su nueva estrategia de retribuciones en una junta de accionistas marcada por la exigencia de digitalización, tanto a pasado como a futuro y cómo ésta va a ser un factor decisivo para avanzar hacia su sostenibilidad.

“La digitalización es sinónimo de crecimiento y empleo de calidad, de sostenibilidad e inclusión”, ha asegurado su presidente José María Álvarez-Pallete durante su intervención. “Su potencial permitiría aumentar el PIB entre 1,5 y 2,5 puntos básicos anuales hasta 2025 e incrementar la productividad de las pymes entre un 15% y un 25%”.

Eso, en cuanto actividad económica, pero también respecto a la sostenibilidad, porque la ‘teleco’ se compromete a “ayudar” a sus “clientes a evitar la emisión de 5 millones de toneladas de CO2 en 2025”.

Álvarez-Pallete, que ha sido renovado como consejero y presidente ejecutivo -con un respaldo del 84,6%- no ha ahondado en los objetivos de reducción de emisiones de gases con efecto invernadero de la compañía y ha dejado esos detalles para una intervención posterior de su número dos Ángel Vilá. En cambio, sí ha mencionado en su discurso otros aspectos ligados a la ESG (Environmental, Social & Corporate Governance).

“Hemos avanzado también en nuestros objetivos de sostenibilidad, siendo pioneros en el lanzamiento del primer bono híbrido verde del sector en 2020 y el primer bono híbrido sostenible en 2021”, ha indicado.

Y, respecto a la G de la ESG, ha asegurado que Telefónica avanza “hacia una compañía más diversa''. "Nuestro consejo ya cuenta con una representación del 30% de excelentes consejeras y ya hay un 31% de mujeres en posiciones de liderazgo”, ha afirmado.

Nueva política de retribuciones

Previamente, al mencionar la política de gobierno corporativo, ha asegurado que los cambios que ha sometido a la junta conllevan una “gestión prudente de los riesgos”, así como la “homogeneización de las cláusulas 'malus' y 'clawback'” de sus consejeros ejecutivos.

Esta contempla la posibilidad de que se cancele total o parcialmente la retribución variable que se encuentre pendiente de abono ('malus') o se recupere total o parcialmente la que ya se haya abonado ('clawback'), cuando se den determinadas circunstancias excepcionales que afecten a los resultados de la compañía, o que deriven de una conducta inapropiada del consejero en cuestión. Entre ellas, que se haya incurrido en un incumplimiento grave del código de conducta o de la normativa.

En cuanto a la nueva política de retribuciones de los consejeros ejecutivos, introduce criterios de sostenibilidad, tanto en el variable a corto como a largo plazo. 

En concreto, en el variable a corto plazo, los objetivos no financieros tendrán un peso, como máximo, del 20% en conjunto, entre ellos los vinculados a la generación de confianza del cliente y de la sociedad, cuestiones climáticas e igualdad de género.

Entrando al detalle del variable a largo plazo, los objetivos ESG tendrán un alcance máximo del 10%. Ese mismo porcentaje se marca como meta, pero solo ligado a la reducción de emisiones de CO2, en el Plan de Incentivos a largo plazo para los directivos de Telefónica durante el periodo 2021-2026.

Los tres pilares de su sostenibilidad

En cuanto a la estrategia de sostenibilidad de Telefónica, ha sido el consejero delegado del grupo quien ha ahondado en la materia, en respuesta a una pregunta telemática de accionistas.

Ángel Vilá ha asegurado que se basa en tres pilares. El primero, un impacto positivo sobre el progreso de las sociedades donde opera, de nuevo, basado en el la digitalización. Ha asegurado que, por cada euro de margen operativo, Telefónica genera (en PIB) 3,3 euros y que la contribución fiscal global de la compañía superó en 2020 los 8.000 millones de euros.

El segundo es la alineación de los objetivos de la empresa para revertir el cambio climático, a través de redes más efectivas en términos de consumo de energía. 

Y, el tercero, “liderar con el ejemplo”. Ahí entra la inclusión de la sostenibilidad en los objetivos de remuneración y la reducción de emisiones, a cierre de 2020, del 61% respecto a 2015. 

Por último, respecto a los retos por delante, Vilá ha asegurado que Telefónica alcanzará las cero emisiones en 2025, en principales mercados, llegará a un uso 100% de energías renovables en 2030 y acelerará en presencia de mujeres directivas.

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