Al cierre de 2022, Telefónica no solo logró registrar unos resultados que superaron algunas de las previsiones de los analistas, sino que también batió muchos de los objetivos ESG fijados como meta hasta esa fecha.

Así lo apuntó, al menos, el informe de sostenibilidad publicado por la empresa de telecomunicaciones durante las últimas semanas de marzo, en el que la compañía señaló que "el grupo cumplió sus metas en 2022", gracias a la culminación de objetivos como el de reducción de emisiones.

Y es que, de acuerdo a este informe publicado por la empresa, Telefónica redujo sus emisiones directas de CO2 en un 80 por ciento desde 2015 hasta 2022.

Un descenso en la cantidad de gases de efecto invernadero vertidos a la atmósfera que se explica "por la introducción de tecnologías más eficientes, así como por el uso de energías renovables en el 100 por ciento de sus instalaciones en Europa, Brasil, Chile y Perú", y que, además, les permitió alcanzar con 8 años de antelación un objetivo fijado para 2030.

Los principales avances de Telefónica en materia ESG

Tal y como indicó Telefónica en su informe de sostenibilidad, los objetivos ESG de la compañía pasan principalmente por alcanzar la meta de ser neutral en carbono de cara a 2040.

Con este objetivo en mente, la empresa dirigida por José María Álvarez-Pallete fijó un primer checkpoint en 2030 al que tendrían que llegar con ciertos parámetros cumplidos, como se explicaba anteriormente.

El caso es que, al margen del objetivo de reducción de emisiones al 80 por ciento que Telefónica esperaba cumplir para entonces, la compañía también superó otros propósitos en materia social, y de gobernanza.

Así ocurrió, por ejemplo, con la idea de la empresa de liderar la industria en materia de derechos digitales, consiguiendo ser la primera clasificada en estas clasificaciones elaboradas por la institución RDR.

Telefónica, asimismo, también logró pasar al archivador de los objetivos cumplidos antes de 2030 el de ajustar su brecha salarial por género por debajo del 1 por ciento.

El cumplimiento de este objetivo, de hecho, se dio después de que el indicador cayera desde el 1,18 por ciento de 2021, al 0,74 por ciento de 2022.

Los objetivos que todavía quedan por cumplir de cara a 2030

A pesar de todos estos grandes avances, la cotizada del IBEX 35 también señaló en su informe que algunas de las metas dispuestas para 2030 requerirán más trabajo por su parte.

Este es el caso, por ejemplo, de la intención de la empresa de utilizar un 100 por cien de energías renovables en sus instalaciones.

Al cierre de 2022, Telefónica logró avanzar respecto al 79 por ciento de uso de renovables que atesoraba en 2021, pero se quedó en un 82 por ciento que le obligará a seguir remando en este sentido durante los próximos años.

En relación con las emisiones indirectas producidas por sus proveedores y asociados, mientras tanto, Telefónica tendrá que trabajar aún más duro, puesto que su objetivo de reducir estas hasta el 56 por ciento en 2030 sigue quedando bastante lejos.

En 2022, la empresa cerró este apartado con un descenso del 32 por ciento desde 2015. Una cifra que suponía una buena progresión desde el 27 por ciento registrado en 2021, pero que daba muestra del camino por recorrer hasta llegar al objetivo fijado de cara a 2030.

Otro apartado a mejorar por parte de la empresa de telecomunicaciones, por último, es el de la diversidad de su Consejo de Administración, puesto que el 33,3 por ciento de representación femenina con el que cerró 2022 supuso quedarse igual que en 2021, e implica que la empresa tendrá que mejorar para alcanzar la paridad en su cúpula directiva.