La transición energética requiere inversiones de 4B$ al año

De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, las inversiones en energía limpia tendrán que ser de 4 billones al año si se quieren alcanzar las metas de transición energéticas

Transición energética

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Lograr los objetivos acordados en el Acuerdo de París, y conseguir que el calentamiento global no se dispare más allá de los 1,5 grados centígrados, requerirá que el conjunto las inversiones nacionales destinadas a impulsar la transición energética se eleven, al menos, hasta los 4 billones de dólares al año.

Una cifra que implica que las inversiones globales tendrán que cuadruplicarse respecto a su nivel actual, de acuerdo al último informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA), que vino a confirmar lo estimado hace unas semanas por el proveedor de análisis BloombergNEF, y relatado por Social Investor.

“Las inversiones en energía limpia desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015 han ido creciendo, pero a un ritmo muy modesto”, aseguró la directora de análisis de la IEA, Laura Cozzi, durante la presentación del informe de la agencia.

“Hemos visto un impulso de esta inversión en 2021 porque los países, tras la crisis del Covid-19, iniciaron una recuperación sostenible, por lo que en los últimos meses hemos visto la activación de más políticas y regulaciones en este sentido”, añadió.

Este renovado empuje, pronosticó Cozzi, amparándose en las estimaciones de su agencia, logrará que el número de inversiones globales a fecha de 2030 sea de hasta 2 billones de dólares al año.

“Esto implica una subida del 50 por ciento respecto a la actualidad […] pero no será suficiente para alcanzar los objetivos de limitación del calentamiento global hasta los 1,5 grados”, añadió.

Para ello, reiteró, habrá que conseguir estos 4 billones de inversiones anuales que, a ojos de la agencia, “crearían millones de nuevos puestos de trabajo, impulsarían significativamente el crecimiento económico mundial, y lograrían el acceso universal a la electricidad limpia en todo el mundo para el final de la década”.

La importancia de lograr que todo el mundo se sume a la causa

LA IEA recalcó durante su presentación que, si bien las economías avanzadas tendrán que liderar el camino en esta transición energética, cumplir con los objetivos acordados en el Acuerdo de París también obligarán a que las economías emergentes se suban a este carro.

Por ello, mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados requerirá que los países ricos eliminen las emisiones del sector eléctrico para 2035, mientras que las economías en desarrollo tendrán de margen hasta 2040, según afirma la IAE en su estudio.

Una reivindicación sobre el necesario esfuerzo conjunto que ya repitieron en los últimos meses activistas como Bill Gates, que apuntó en un una entrevista que “hay que conseguir algo que motive a los países de ingresos medios, incluyendo a la India, a Brasil, a China… Para cambiar completamente estos procesos”.

“Que unos pocos países ricos, unas pocas empresas ricas y unos pocos individuos ricos compren su tiquet de salida para poder decir que no son parte del problema, no es la solución del problema”, criticó Gates.

El peso de las energías renovables en la transición energética

De estos 4 billones de dólares anuales en inversiones que la agencia internacional estimó que tendrían que destinarse a la transición energética en su conjunto, sin embargo, también será muy importante el grueso que se destine específicamente a las energías renovables.

Y es que, de acuerdo a los datos de su informe, las inversiones en renovables tendrían que elevarse hasta los 1,3 billones de dólares anuales, si se quiere asegurar su desarrollo.

Teniendo en cuenta que, en la actualidad, las inversiones destinadas a este sector se quedan en los 390.000 millones de dólares anuales, los objetivos de la IEA pasan por triplicar estas cantidades.

Una meta que podría parecer demasiado ambiciosa, si se obviara que los registros de la agencia muestran que, en 2014, la inversión global en el suministro de combustibles fósiles se alzó hasta los 1,2 billones de dólares.

Es decir, que la cantidad a invertir es viable, pero es cuestión de dirigir esta financiación hacia las vías correctas.

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