La UE plantea beneficios fiscales para luchar contra la transición energética de EEUU

Bruselas ultima un paquete de medidas para favorecer las inversiones en energías renovables y acelerar la transición energética

La UE necesita nuevas formas de apoyo para la transición energética de las empresas

La UE necesita nuevas formas de apoyo para la transición energética de las empresas

Durante las últimas semanas, la Unión Europea se situó en la diana de diversas voces del mercado — como la del lobby de vehículos eléctricos, la del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, o la de la Agencia Internacional de la Energía — que reclamaban un plan más detallado para acelerar la transición energética de la región y competir con los Estados Unidos.

Y ahora, de acuerdo al borrador visto por el Financial Times, Bruselas ya tiene su hoja de ruta para responder a estas voces.

Según apuntó el medio financiero británico, los planes de la Comisión Europea pasan por flexibilizar aún más las normas de apoyo a la inversión en nuevas instalaciones de producción en sectores ecológicos, incluso mediante la creación de beneficios fiscales.

Una medida que buscará contrarrestar el atractivo de la ley de reducción de la inflación planteada por los Estados Unidos y evitar la fuga de inversiones hacia Norteamérica, y que además también podría contar con el apoyo de una parte de los 800.000 millones de euros del fondo de recuperación NextGenerationEU Covid-19, de acuerdo a la información publicada por el medio.

Un plan de choque, eso sí, que aún no se ha ultimado y que podría cambiar antes de salir a la luz oficialmente, pero que forma parte del paquete de medidas de la UE para responder a la legislación estadounidense.

Beneficios fiscales y simplificación de procesos para acelerar la transición energética

Tras el anuncio de Joe Biden de la puesta en marcha de su ley IRA, Bruselas asumió que tendría que plantearse "cómo integrar sus políticas climática, energética e industrial para contribuir a los objetivos climáticos y a la seguridad energética, manteniendo al mismo tiempo la competitividad global de su economía".

Al relajar las restricciones a los créditos fiscales, por tanto, la Comisión intenta emular una de las ventajas más cacareadas de la ley IRA, la simplicidad de acceso de las empresas a los créditos fiscales federales, explicaban desde FT.

El problema, añadían, es que Bruselas se adentra de esta manera en un terreno controvertido dentro de la UE, ya que a países con mucho dinero como Alemania les resultará mucho más fácil conceder incentivos fiscales para la transición ecológica que a sus homólogos del sur.

Los Estados miembros, en consecuencia, están divididos sobre la conveniencia de flexibilizar las normas y por cuánto tiempo. Pero de acuerdo al borrador de proyecto publicado por el medio británico, los avances de la UE podrían fraguarse también en otros campos, al plantearse varias medidas adicionales de relevancia.

La primera es la inclusión del hidrógeno verde y los biocombustibles dentro de estas ayudas, y la segunda pasa por la posibilidad de simplificar y acelerar la aprobación de proyectos de interés común europeo en los que participen varios países, como puede ser el de conexión energética con Francia a través del Midcat.

Bruselas, asimismo, también pretende fijar objetivos globales de capacidad industrial ecológica para 2030, y aumentará el umbral a partir del cual la Comisión examina los acuerdos con arreglo a su régimen de "exención por categorías" de las ayudas estatales, de acuerdo al borrador visto por FT.

De este modo, los gobiernos podrán subvencionar con más facilidad el hidrógeno, la captura de carbono, los vehículos de emisiones cero y las medidas de eficiencia energética.

La propuesta, concluía la información del medio británico, se publicará el miércoles tras su debate en la Comisión, y el lunes aún se estaba debatiendo internamente.

La Unión Europea, en definitiva, espera comenzar el mes de febrero dando respuesta a reclamaciones como la del presidente de la IEA, Fatih Birol, que recientemente señaló que "Europa debe elaborar un plan maestro para una nueva estrategia industrial".

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