El capital riesgo se suma a la causa de la España vaciada
Jaime Rodríguez Pato, director de desarrollo de negocio de Aurea Capital, avanza a SOCIAL INVESTOR los objetivos de su nuevo fondo verde oscuro, que aspira a revitalizar y repoblar áreas rurales, y con el que quiere levantar 120 millones
La transición hacia la inversión responsable propicia que la industria de la gestión de activos adapte las temáticas y la oferta de productos a la demanda.
A medida que crece el interés de los inversores por asuntos como la biodiversidad o la transición energética, la agricultura sostenible está ganando enteros como vía para vehicular las inversiones.
Consulte aquí "La España Vaciada que da beneficios", en la Revista Inversión.
Ese es el objetivo que persigue Aurea Capital con la puesta en marcha de fondo de capital riesgo Aurea Sustainable Agriculture Fund I, clasificado como artículo 9 según el Reglamento de Divulgación (SFDR) europeo. Su creación se enmarca dentro del proceso de reconversión del sector agrícola europeo.
Su lanzamiento, por tanto, también buscaría dar respuesta a una de las necesidades de la economía nacional: la recuperación de la ‘España vaciada’. Es un movimiento que ha cobrado fuerza en los últimos años, con el objetivo de recuperar las zonas rurales que han sido víctimas del desequilibrio territorial y del éxodo de la población hacia las ciudades.
Cómo involucrar la ESG en la agricultura
Se trata de un fondo de capital riesgo europeo que quiere levantar 120 millones de euros. La expectativa de rentabilidad es de entre el 10 y 12 por ciento, con un horizonte de inversión de 7 años.
Dirigido tanto a inversores institucionales como a ‘family offices’, los inversores en este producto, según Aurea, encuentran una fórmula para acceder a activos reales descorrelacionados de los mercados financieros.
“Los precios de los activos cotizados no tienen reflejo en la economía real, y están más sujetos a los vaivenes de la política monetaria que a la evolución de los negocios. Por ese motivo buscan alternativas de inversión”, explica a SOCIAL INVESTOR Jaime Rodríguez Pato, responsable de producto y director de desarrollo de negocio de Aurea Capital.
El foco de las inversiones está en las fincas. "Somos agricultores, y nuestro objetivo es la explotación de la tierra, ya sea en propiedad, o en arrendamiento. La tierra puede pertenecer a empresas o sociedades propietarias de esas fincas. No contemplamos invertir en otro tipo de empresas", destaca.
Somos agricultores, y nuestro objetivo es la explotación de la tierra, ya sea en propiedad o en arrendamiento
El lanzamiento del fondo suscita preguntas en torno a la ESG, como la forma en la que integrarán los criterios ambientales, sociales y de gobernanza en un terreno, la agricultura, en el que su implementación es aún incipiente. "Tenemos claramente definidos varios objetivos ESG concretos”, explica Rodríguez Pato.
Por ejemplo, desde el punto de vista social, el objetivo es la generación de puestos de trabajo “estables”, que proporcionen “un futuro laboral, atrayendo población y contribuyendo al desarrollo económico de esas zonas rurales”.
Para ello, Aurea Capital, junto con autoridades locales y vecinos agricultores, realizarán talleres escuela para la formación especializada de los trabajadores.
Desde el punto de vista medioambiental, el objetivo es alcanzar al menos un 40 por ciento de las explotaciones gestionadas con criterios ecológicos, entre ellos, el objetivo de Residuo Cero en la totalidad de las fincas; la optimización del uso de recursos escasos como el agua o minimizar el uso de pesticidas y fertilizantes a través de tecnología y métodos de gestión más modernizados.
Potenciar el producto local
Para Rodríguez Pato, la inversión en agricultura sostenible en España se trata de una alternativa estratégica, ya que es uno de los países líderes en producción, con el 13 por ciento de la cuota del mercado global.
España es, además, el primer país de Europa en superficie y producción ecológica, con una tendencia de crecimiento anual de esa superficie de casi un 5 por ciento.
El fondo servirá para atraer gran parte de la inversión extranjera. Del primer objetivo de 120 millones en activos, una cota próxima a completarse, Rodríguez Pato explica que solo la mitad corresponderá a inversores en España.
“Los internacionales también han sabido ver nuestra enorme ventaja competitiva, por la situación privilegiada, el clima y las capacidades en este sector”, argumenta. El foco se traslada a un amplio ‘catálogo’ de productos. Por ejemplo, en cultivos permanentes "de alta rentabilidad". Y en concreto, alimentos como el aguacate, los cítricos, frutos secos como el pistacho, el almendro y, en menor medida, el olivar.
"Cultivos con una demanda creciente en Europa, dirigidos a consumidores que buscan productos frescos, de calidad y locales, evitando los que impliquen una elevada huella de carbono generada por su transporte", señala Rodríguez Pato.
Rodríguez Pato descarta asimismo que el fondo vaya a incluir la inversión en ganadería, ya que es un negocio “completamente diferente y muy especializado”.
Ucrania y el impacto en los precios
El lanzamiento del fondo ha coincidido en el tiempo con la persistencia de la guerra de Ucrania. El encarecimiento de algunos alimentos como el trigo, del que Ucrania era hasta el comienzo del conflicto uno de los mayores productores europeos, ha puesto de relieve la dependencia de Europa de la agricultura ucraniana.
Esa dependencia no ha influido, según Rodríguez Pato, en el lanzamiento, aunque se trata de un elemento que “sin duda ha contribuido a despertar esa conciencia en Europa en general y entre los inversores en particular”.
“Llevamos gestando este proyecto varios años, los necesarios para elaborar una propuesta de inversión sólida, con credibilidad, y reunir el potente equipo de profesionales con enorme experiencia para llevarla a cabo”, señala Rodríguez Pato.
Al frente del fondo, Aurea contará con un equipo liderado por gestores de larga trayectoria en el sector agrícola. Entre ellos, José María Criado, director de inversiones del fondo, y Rafael Martínez Cañavate, que será el director técnico.