El café para todos de Donald Trump
Trump intentará implementar durante 2025 un populismo plutocrático, pero los números no cuadran
Donald Trump tiene la difícil tarea de servir su café para todos. Como candidato, prometió de todo: que extendería sus recortes impositivos de 2017, amados por los ricos y Wall Street (precio: 4,6 billones de dólares); que eliminaría los impuestos sobre los salarios con propinas de los trabajadores del sector servicios (250.000 millones de dólares); que aumentaría el crédito fiscal por hijo de 2.000 a 5.000 dólares para apuntalar los presupuestos familiares (tres billones de dólares); y que eliminaría los impuestos sobre los beneficios de la Seguridad Social para dar un impulso a los mayores (1,8 billones de dólares). Pero los republicanos no pueden cumplir con todo, ni siquiera con la mayor parte, a pesar de tener el control total de Washington.
Esto refleja la tensión central de la segunda presidencia de Trump: tiene que satisfacer a su cohorte de patrocinadores multimillonarios y aliados de Wall Street y al mismo tiempo a los votantes multirraciales de la clase trabajadora que lo eligieron nuevamente para la Casa Blanca. Esos votantes podrían fácilmente volverse contra los republicanos si el populismo plutocrático de Trump no se esfuerza más para mejorar sus vidas de lo que lo hicieron Joe Biden y Kamala Harris. «Es el mismo problema que acompaña a toda mayoría gobernante», dice Dan Geldon, jefe de gabinete de la campaña presidencial en 2020 de Elizabeth Warren. «¿Cómo se manejan las tensiones en la coalición sin crear una reacción negativa?».