Los ejecutivos españoles de las grandes compañías cotizadas, las IBEX, con intereses en los Estados Unidos no dejan de mirar con inquietud a Wall Street. Se juegan más de lo que están dispuestos a admitir en las elecciones del 3 de noviembre. Lo mismo que otras firmas españolas de menor tamaño. 

¿Otra tasa Tobin al otro lado del Atlántico? Sería el colmo para un sector bancario que empieza a ver la luz al final del túnel; pero una posibilidad muy real si triunfa la marea azul del demócrata Joe Biden.