El lienzo en blanco de Dall-E

GRANDES REPORTAJES ● La suposición de que la tecnología funciona abre nuevas temáticas inversoras que apuestan por reemplazar la creatividad humana

Silicon Valley tiene una nueva obsesión. Se llama «inteligencia artificial generativa» y se refiere a la idea de que los ordenadores se encarguen de tareas creativas como la escritura, el cine y el diseño gráfico. Esto puede sonar un poco extraño si se ha prestado atención a las previsiones de la industria sobre la IA durante la última década (lee el número de Inversión 1.305). 

Pero, tras haber predicho erróneamente la desaparición de la conducción de camiones y taxis y del servicio humano de atención al cliente, los inversores de capital riesgo y las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo miles de millones en herramientas de software diseñadas para sustituir ciertos tipos de trabajo creativo.  

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