Estrategias para minimizar el impacto chino en las carteras
Los expertos abogan por ser más selectivos y evitar las decisiones de venta viscerales
El bombardeo regulatorio desplegado por el Gobierno de China ha puesto en guardia a los inversores y ha polarizado a los analistas, lo que complica aún más el panorama para la recta final del año. El mercado asiático en general y el chino en particular son demasiado importantes para dejarlos por completo de lado, pero tampoco se puede obviar que los riesgos han aumentado. Los expertos consultados rechazan las decisiones viscerales y las liquidaciones indiscriminadas de carteras, aunque reconocen la necesidad de ser más selectivos y extremar las precauciones. La mesura, las bajas ponderaciones, la búsqueda de los sectores a priori menos castigados y las estrategias puente para aprovechar la potencia de Asia sorteando la volatilidad del mercado chino son las ideas que mejor se adaptan al nuevo escenario.
Lo cierto es que pocas veces se vio tanta división entre las voces más autorizadas del mercado. Por ejemplo, George Soros, que hizo su fortuna en los entornos más hostiles, recortó su exposición a China. Incluso un bajista de libro como Paul Marshall, fundador del fondo Marshall Wace, dijo que ahora mismo los ADR de las compañías chinas cotizadas en Wall Street son «no invertibles». Por el contrario, en JP Morgan consideraron las caídas de la bolsa china como normales y según recordó la estratega del banco Gabriela Santos, el mercado suele repuntar un 20 por ciento tras desplomes como este. En este sentido, los economistas de Fidelity calificaron de «exageradas» parte de estas ventas y hablaron de oportunidades a largo plazo, mientras que Mark Mobius, otro veterano de los mercados emergentes, reafirmó su apuesta por el mercado chino.