Por más que los aplausos quieran encubrirlo tras el pacto europeo para la reconstrucción, la economía española está en estado comatoso. La recuperación económica de España será más complicada que lo previsto, incluso, por las organismos más pesimistas.

«Independientemente de causas exógenas como el Covid-19, la economía española hubiera entrado en la UVI. Es decir, en manos del BCE y de la Comisión -tal y como ocurrió en su momento con Grecia, Italia y, en menor medida, en Portugal-, siendo el camino del Gólgota de nuestra autonomía económica y del precario gobierno de turno. Incapaz siquiera de sacar adelante unos presupuestos, congelados sine die desde 2018», asevera el economista y ex director general de Cofides, Felipe Carballo. De hecho, en la era preocovid ya se estimaba una caída directa del PIB estructural del 3 por ciento.