Sobre 2022, permítanme que recurramos a la archiconocida frase de Sócrates o Platón -ni siquiera se sabe a ciencia cierta la autoría-: «Sólo sé que no sé nada». Y, sin embargo, debemos aventurarnos en un ejercicio de prospectiva que nos permita situar en el horizonte diferentes escenarios, y en consecuencia prepararnos para lo que pueda venir. 

Pero, de verdad de verdad, no se engañe, sobre el 2022 sólo sabemos que no sabemos nada y que estará presidido por la más absoluta incertidumbre. Al menos, en el día y hora en que escribimos esto.