Una estrategia nueva contra el Alzheimer
La duda que atormenta a los pacientes de Alzheimer, sus familias, los investigadores y la industria farmacéutica es si los ensayos médicos multimillonarios de las últimas décadas han acabado en un callejón sin salida
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Gery Taylor dirigió un gran centro de cuidados de larga duración hasta mediados de los 60 años, cuando empezó a perder la memoria. En una ocasión, mientras dirigía una reunión de personal, perdió el hilo, no pudo recuperarlo y uno de sus ayudantes tuvo que hacerse cargo. En otra ocasión, se equivocó de parada en el metro de Manhattan y no tenía ni idea de por qué estaba allí o a dónde iba.
Incidentes como estos la llevaron a jubilarse antes, pero aplazó la visita a un neurólogo durante años, hasta que un día entró en el baño y no pudo reconocer su propia cara en el espejo. Finalmente, en 2012, llegó el diagnóstico que temía: deterioro cognitivo leve, probablemente debido a la enfermedad de Alzheimer.