Vuelve el ‘no a la guerra’
La Moncloa adopta con frecuencia las tácticas de comunicación habituales en la Casa Blanca. La tentación de imitar ese estilo tiene riesgos
La opinión de los españoles sobre los grandes temas, desde los toros a la gastronomía, es binaria y tiende a expresarse con pocos matices. La política no escapa a esta particularidad, como se comprueba a diario.
No es extraño, por tanto, que apoyar o no la estrategia occidental de disuasión a la amenaza rusa sobre Ucrania divida a los partidos. A la luz de la experiencia de los últimos dos años, tampoco lo es que divida al propio Gobierno, en cuyo socio minoritario ha renacido el gen pacifista que con tanta fuerza se manifestó en 2003.