Los activos alternativos se abren hueco en las carteras de la banca privada
La gran banca privada de España busca diferenciar su oferta a través de la propuesta de activos alternativos, un segmento "con mucho recorrido", según contaron en el Foro Inversión Banca Privada
La presencia de activos alternativos en las carteras de banca privada españolas está por debajo del 3 por ciento, en niveles muy inferiores a los de los países vecinos europeos. Por eso, se trata de un segmento con mucho recorrido hasta alcanzar niveles del 10/15 por ciento, considerados más razonables por los responsables de las principales bancas privadas de España, presentes en el Foro Inversión Banca Privada, celebrado el martes con el impulso de Amundi Iberia, BNP Paribas AM, Fidelity International y Schroders.
“En España, el posicionamiento en alternativos es mucho más bajo que en las carteras de cualquier otra parte del mundo (...). Además, hay que tener en cuenta que el posicionamiento en alternativos de los clientes españoles ha estado tradicionalmente asociado al sector inmobiliario. Por tanto, hay mucho recorrido”, explicó la directora de banca privada, gestión de activos y seguros de Banco Santander en España, Adela Martín.
Asimismo, Martín añadió que los alternativos son “una muy buena herramienta” para diversificar la cartera pues, si no se tienen necesidades de liquidez, “complementan muy bien a los activos tradicionales”.
Los alternativos diferencian
Además, otra razón para potenciar este segmento es su capacidad para ofrecer diferenciación frente a la oferta de las demás bancas privadas de la competencia.
“Los activos alternativos son un elemento de fidelización. A los clientes les gusta porque ofrece diferenciación. Al final, el resto de productos se han convertido en una commodity. Porque todos ofrecemos arquitectura abierta, los mismos fondos... Pero esto puede ser un elemento que ofrezca aún un espacio de diferenciación”, afirmó Xavier Blanquet, director de negocio de banca privada en Banc Sabadell.
Asimismo, otra ventaja es que, como no cuentan con un valor liquidativo diario, conjuran más fácilmente la tentación de deshacer posiciones en el peor momento, añadió Blanquet.
En todo caso, los directivos presentes en el Foro Inversión Banca Privada descartaron que sea un producto para todos los perfiles, debido a su iliquidez.
"No vemos este producto fuera de la banca privada. Más allá de que el límite se pueda bajar o no, por lo que conlleva de iliquidez”, apuntó Fernando Ruiz, director de banca privada de BBVA.
Cómo entrar en alternativos
De cara a construir carteras con exposición a los mercados privados, las entidades cuentan con diferentes productos para construir esas posiciones en función del tipo de cliente, su patrimonio, su perfil, su nivel de sofisticación y sus necesidades personales.
Así, la opción más sencilla para invertir en este tipo de activos no cotizados es a través de fondos de fondos, según dijeron.
“Con los fondos de fondos, lo que buscamos es diversificación de los activos. Entramos en capital riesgo, deuda privada, infraestructuras e inmobiliario y, con eso, consideramos que estás diversificando. Al hacerlo por fondos de fondos, tienes visiones de distintas gestoras, diferentes áreas geográficas y creo que eso, dentro de que es un activo ilíquido, otorga unos niveles de confort mejores”, apuntó el director de banca privada de BBVA.
Si bien, para patrimonios elevados y perfiles más sofisticados, las bancas privadas ofrecen el acceso a sociedades de capital riesgo, directamente, según explicaron.
En cuanto a activos concretos que consideran atractivos, los participantes citaron la deuda privada, un segmento que ofrece rentabilidades del 7/8 por ciento; menores que el venture capital pero con un riesgo más reducido y la ventaja añadida de una duración inferior, lo que reduce el riesgo de iliquidez.
Peligros de popularizar los mercados privados
En todo caso, la popularización de los mercados privados no está exenta de riesgos, tal y como advirtió Víctor Allende, director ejecutivo de banca privada en Caixabank, quien quiso distanciarse de la visión más optimista de sus compañeros de mesa respecto a los activos alternativos.
“Estoy absolutamente en contra de la bajada de los importes mínimos en private equity. Creo que es un riesgo específico enorme para esta industria. Me parece que no nos tenemos que dejar llevar por modas de hacer cualquier cosa para cualquiera y controlarlo muy bien porque tenemos una responsabilidad fiduciaria a la que nos debemos absolutamente. Yo tendría cuidado. Porque hay una burbuja de oferta en el private equity tremenda. Y hay que tener mucho cuidado”, advirtió.