El Banco Central Europeo (BCE) paraliza hasta septiembre como mínimo una investigación a gran escala sobre préstamos de alto riesgo. La decisión del regulador se interpreta en el sector financiero como una admisión tácita de que considera justificadas las quejas de varios bancos afectados, entre los que se incluye Banco Santander.

El frenazo del expediente abierto por el BCE es una respuesta directa, según las fuentes consultadas, al volumen inusual de críticas de los grupos afectados sobre la forma en que se llevaron a cabo varias operaciones de apalancamiento. Según las entidades de crédito afectadas, el banco central subcontrató las pesquisas.