Consenso cerrado a favor de los bonos chinos
Los gestores cierran filas con los bonos chinos y apuntan hacia la renta fija del país por su elevada rentabilidad y buenas perspectivas
Nada más estallar la pandemia, los gestores de fondos sospecharon que la recuperación tendría que girar en torno a China. Un año y medio después, el consenso está cerrado. El gigante asiático cogerá las riendas de la economía mundial. El Fondo Monetario Internacional acaba de pronosticar que la economía global crecerá este año el 6 por ciento, mientras que la economía china lo hará el 8 por ciento. Si los inversores siempre tienen la obligación de arrimarse al sol que más calienta, el mercado chino ahora mismo está abrasando. Es demasiado atractivo como para no tenerlo en cuenta.
La expresión más tangible de lo que supone China para las carteras se observa en la renta fija. La rentabilidad de los bonos chinos respecto a sus homólogos de los Estados Unidos supera los 250 puntos básicos. En Europa, con los rendimientos en negativo, la diferencia es todavía mayor. En deuda de empresas, la renta fija está 70 puntos por encima de los bonos con grado de inversión occidentales y alcanza los 400 puntos extra en la deuda de alta rentabilidad (high yield).