El cobre se elevó hasta su precio máximo desde 2013, marcando 7.520 dólares -unos 6.030 euros- por tonelada, impulsado por el aluvión de inversores que han vuelto al metal. El repunte, animado por las mejores perspectivas de la economía global para el próximo año, recuerda al de 2011 cuando se situó en más de 10.000 dólares (algo más de 8.320 euros).  

Los expertos coinciden en el buen momento del cobre. Mark Hansen, director ejecutivo de London Concord Resources, una de las mayores firmas de comercio de metales, calificó de «situación sin precedentes» el escenario actual. Especialmente si se tiene en cuenta que su precio en estos momentos dista de la cotización de la última década.