Ante la reciente caída de los índices bursátiles de Estados Unidos y Europa y la bajada del S&P 500 superior al 15 por ciento este año, se ha abierto la temporada de uno de los deportes más populares, y más peligrosos, de la bolsa: la pesca de fondo. Como su nombre indica, la pesca de fondo tiene por objetivo detectar el punto más bajo de una venta masiva de mercado para realizar compras importantes de acciones y recoger recompensas excepcionales tras un rápido rebote. 

De entrada, hay que recalcar, y a poder ser en negrita, lo arriesgado que es tratar de seguir al minuto el mercado de esta manera. Además de destreza, es una cuestión de suerte, por lo que incluso quienes aciertan tienen complicado repetir el éxito.