El ether ha prometido hacerlo mejor. Ha prometido pasar al siguiente nivel, superando a sus rivales en criptomonedas e incluso eclipsando al padrino, el bitcoin. Pero el tiempo corre.

Se suponía que la criptodivisa número 2 estaba a semanas de la «fusión», una actualización transformadora en junio de su blockchain Ethereum para hacerla más rápida, más barata y menos hambrienta de energía, manteniendo la perspectiva de un futuro criptográfico más más limpio.

La anticipación había apoyado al ether, incluso cuando la inflación y el endurecimiento monetario frenaron al bitcoin. Pero esa fusión -que vería la transición de la minería del ether desde el método de prueba de trabajo, que consume mucha energía, a la prueba de participación- se ha retrasado, frustrando a los inversores. 

El plazo se extiende

«El plazo para ver este lanzamiento sigue extendiéndose», explicó Brendan Playford, fundador y CEO de la plataforma de datos financieros descentralizados Masa Finance. 

«Es ciertamente plausible que la tan esperada actualización de Ethereum pueda retrasarse de nuevo, dado que esta transición es muy complicada y aún es incierto si realmente puede cumplir su promesa de reducir los costes y aumentar la velocidad de las transacciones».

El éter cayó un 8 por ciento, de 3.215 dólares a 2.947 dólares, el 11 de abril, el día en que el desarrollador principal de Ethereum, Tim Beiko, anunció en Twitter que el lanzamiento de junio se había retrasado mientras continuaban las pruebas. Este mes ha bajado un 13 por ciento, a 2,844 dólares. 

«No será en junio, pero probablemente en los meses siguientes», escribió Beiko en su tuit. «Todavía no hay fecha firme, pero definitivamente estamos en el capítulo final». 

El momento de la fusión -la cadena EH1 de Ethereum se fusionará con una nueva cadena para crear ETH2- sigue sin estar claro, aunque muchos observadores de criptografía esperan que ocurra en algún momento de este año. 

El vuelco 

La capitalización bursátil del ether, de 363.000 millones de dólares, es menos de la mitad de la del bitcoin, y ambos representan juntos el 60 por ciento del mercado de criptomonedas. 

Sin embargo, el bitcoin sigue siendo sólo una inversión sin ninguna capacidad real de ser utilizado para contratos en aplicaciones financieras descentralizadas. Por esta razón, muchos inversores creen que es inevitable que se produzca un vuelco en el mercado  y que la fusión actúe como catalizador para que Ethereum se convierta en la plataforma dominante.

«Estamos viendo que los fondos rotan hacia Ethereum en preparación para la fusión, aunque no sabemos cuándo va a ser», señaló Noelle Acheson, jefa de perspectivas de mercado en Genesis Trading. El interés de compra, «insinúa que más fondos parecen estar apreciando que (Ethereum) está quizás infravalorado en esta etapa».

Tanto el bitcoin como el éter se minan, o se producen, utilizando un método de prueba de trabajo (POW), en el que miles de mineros, o nodos de la red, compiten para resolver complejos rompecabezas matemáticos. 

Se trata de un proceso que requiere una gran cantidad de energía y que, según se estima, contamina más que un país pequeño cada año. ● Un artículo de Medha Singh / Lisa Pauline Mattackal (Reuters para Inversión)