Cuando una gran acción se hunde, como Meta Platforms lo hizo el 27 de octubre, cayendo casi un 25 por ciento, a menudo se insta a los inversores a tener una visión a largo plazo de su rendimiento. En este caso, apenas ayuda. Si usted compró Meta hace cinco años -cuando la empresa aún era conocida como Facebook-, habría perdido cerca de un 49 por ciento, en un periodo en el que el S&P 500 subió un 45 por ciento. Meta no solo ha borrado sus ganancias de la pandemia, que convirtió a las redes sociales en una tecnología esencial, sino que ha retrocedido hasta niveles de 2015.

Meta no es una acción más, sino que formaba parte del grupo FAANG, la abreviatura de los inversores para un conjunto de empresas tecnológicas aparentemente invencibles. Junto con la antigua Facebook, estaban Amazon, Apple, Netflix y la matriz de Google, Alphabet.