La reforma fiscal que está diseñando el Gobierno tarda en llegar y la posibilidad de que se apruebe este año es remota. Por ello, los expertos en fiscalidad consideran que aún hay tiempo para que introduzca medidas que beneficien al gran olvidado de esta reforma: el inversor. 

El Gobierno ha dado pistas de su contenido, recogidas en el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria, que apenas tiene en cuenta al inversor, y cuando lo menciona es «para perjudicarlo», ya que «más que diseñar un sistema recaudatorio eficiente, la propuesta se basa en expoliar a los ciudadanos con subidas de tributos», afirma Rodrigo Yagüe, profesor de OBS Business School.