La solución al carbono está en el gallinero
GRANDES REPORTAJES ● Un productor de huevos reduce las emisiones de carbono sustituyendo los granos que daba de comer a las gallinas por sobras que desperdician los humanos
A mediados de los años ochenta, Ruud Zanders dirigía una empresa con más de 40 millones de dólares de ventas anuales procedentes de un millón de gallinas de toda Europa que ponían cientos de millones de huevos al año. Pero una combinación de sobreapalancamiento, la crisis crediticia que presagiaba la Gran Recesión y un brote de gripe aviar le costaron su granja y su casa. «Podríamos haber sobrevivido a cualquiera de ellas, pero no a las tres», afirma Zanders.
Mientras luchaba por recuperarse, Zanders buscó una forma más sostenible de producir huevos, algo que beneficiara a las personas, las aves y el medio ambiente. Se topó con estudios que abogaban por dejar de alimentar a los animales con maíz y otros cereales que de otro modo comerían los humanos. Casi un tercio del grano mundial se utiliza como forraje para el ganado. ¿Qué pasaría si pudiera dar a las gallinas ponedoras restos de comida en su lugar?