Fue una fiesta clásica de Washington. Sam Bankman-Fried, cofundador y CEO de FTX, una de las mayores plataformas de criptomonedas, fue su organizador una noche de febrero en una sala privada del hotel Park Hyatt, en las afueras de Georgetown. Entre los asistentes, representantes del sector financiero, exreguladores y funcionarios del Congreso. 

El objetivo de Bankman-Fried, un multimillonario de 30 años, era mostrar su nueva operación de lobby y persuadir a los influyentes habitantes de Washington de que las criptomonedas necesitan más regulación.