Ralph Elder: «La clave para invertir en bonos de alto rendimiento es la duración»
Ralph Elder, responsable de BNY Investments en España, defiende el interés de apostar por la deuda corporativa high yield, segmento que ha incrementado su calidad en la última década pero que, en su opinión, está infravalorado por el mercado
La primera bajada de los tipos oficiales tardará más de lo inicialmente previsto a comienzos de año, ¿mejora esto las perspectivas de la deuda?
Los tipos de interés han hecho pico y eso es bueno para la renta fija. Pero hay que tener cuidado. El escenario es positivo pero quizá más en duraciones cortas. Cuando veamos más claridad respecto a las bajadas de tipos, podremos ir añadiendo paulatinamente duración.
Los monetarios fueron los fondos estrella en 2023 y han comenzado 2024 con buen pie, ¿siguen siendo una buena opción?
Es normal que entrara tanto dinero en monetarios. Especialmente, en carteras conservadoras que, durante tantos años, tuvieron que invertir en activos de riesgo para buscar algún tipo de rentabilidad. Pero quizá es el momento de buscar alternativas, sin olvidarnos de que el monetario siempre va a tener su función en una cartera bien diversificada.
Una alternativa para BNY Mellon IM son los fondos de high yield de corta duración, ¿por qué os gustan?
Es un activo que el mercado no entiende pero que ha cambiado mucho en los últimos años. Nuestro fondo BNY Mellon Global Short-Dated High Yield Bond, por ejemplo, tiene un rating de riesgo 3 en Morningstar (sobre 7). La clave de ello son las duraciones cortas. En dos años tienes visibilidad sobre el flujo de caja. Limitas el riesgo porque el potencial de pago en dos años es más transparente. Asimismo, el universo tradicional de high yield hace 10 años era triple C en un 19-20 por ciento. Actualmente, es un 11-12 por ciento. Ha subido la calidad porque las empresas son más grandes y estables. De hecho, más del 50 por ciento de este universo está ahora en doble B. Otro factor es que tomar riesgo en duraciones no está pagado por la inversión de la curva. Por tanto, nos parece que hay una TIR interesante en estos activos a pesar de la corrección de principios de año. El fondo está ahora mismo en un 6 y pico por ciento.
Si bien, invertir en high yield tiene riesgos. Por ejemplo, el enfriamiento económico y el endurecimiento monetario podrían afectar a las compañías más débiles, ¿cómo se puede proteger el inversor?
Nuestra perspectiva es de un entorno bastante estable para la deuda de alto rendimiento. No esperamos que los impagos suban demasiado. En todo caso, lo primero que yo haría es evitar comprar todo el mercado, porque entonces sí entras en triples C. Y, después, gestión activa: elegir bien las empresas donde tienes transparencia sobre el potencial de pago, que no estén muy apalancadas, que tengan un modelo de gestión que genere rentabilidades estables o que, incluso, tengan un plan de pagos anticipados. No hay atajos. Es buena gestión.
¿Qué fondos tenéis en la casa para invertir en bonos de alto rendimiento de corta duración?
El BNY Mellon Global Short-Dated High Yield Bond es la principal apuesta que tenemos en duraciones cortas. Lo lleva una gestora nuestra, Insight, la tercera más grande de renta fija en Europa, con unos 740.000 millones de euros bajo gestión y un equipo muy grande, de unas 240 personas, que les permite estar diversificados físicamente a nivel global. Están funcionando muy bien tanto en high yield como en otros fondos de renta fija porque son capaces de evitar los problemas de los emisores.
Otro fondo destacado es el BNY Mellon Global Credit Fund, ¿qué los une y qué los diferencia?
Son dos fondos distintos dentro de la renta fija. El Global Credit está principalmente invertido en crédito de grado de inversión, tiene un índice de referencia y no hace apuestas con la duración. En cambio, el Global Short-Dated High Yield Bond se centra en alto rendimiento con duraciones cortas. Lo que les une es la misma gestora, Insight, que hace la selección de crédito en los dos fondos y que destaca tanto en los años buenos como en los malos. Los dos fondos lo han hecho muy bien. El Global Credit gana al índice un 1,4 por ciento a largo plazo anualizado; mientras que el comportamiento del Short-Dated se ve muy bien en años como 2022, cuando el high yield europeo bajó un 13-14 por ciento y el fondo recortó un 5 por ciento en euros. El año pasado, sacó más de un 12 por ciento en euros. Son fondos capaces de añadir valor en los años buenos y defender en los malos.
¿En qué sectores están invertidos?
Son conceptos distintos. El Short-Dated busca aburrimiento, ideas que sabes con algo de claridad y garantía que te van a pagar en el corto plazo. Evita compañías donde no ve flujos de caja estables. Bancos o inmobiliarias, por ejemplo, no gustan en alto rendimiento, aunque sí en el fondo de grado de inversión. En cambio, el Short-Dated está muy involucrado en telecomunicaciones europeas. Porque si tienes un problema en casa, lo último que dejas de pagar es el móvil. Por su parte, en crédito de grado de inversión lo que buscan son ineficacias. Por ejemplo, explotando el sesgo a comprar activos domésticos. Así, ahora mismo nos gustan mucho las empresas americanas que están listadas en Europa.