Las predicciones de Wall Street para el año que arranca se definen por las expectativas de crecimiento, inflación y otros indicadores económicos aburridos... pero dignos de mención. Sin embargo, en el 2025, todos ellos quedan eclipsados por un nombre propio, y éste se asocia con cualquier atributo menos el de tedioso.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca domina este año las perspectivas de inversión publicadas por los principales bancos, asesores y gestores de activos del mundo. En general, las previsibles políticas favorables de Trump con las empresas están alimentando un sentimiento de optimismo, especialmente en lo que se refiere a las empresas estadounidenses y a los activos del país. Sin embargo, las duras palabras del presidente electo sobre el comercio mundial también generan nerviosismo y su imprevisibilidad crónica tiene en vilo a muchos.