Cómo será el 2023 para inversores, ahorradores y criptofanáticos
La revista Inversión publica '2023: el año por delante'. Pero antes, hace un examen de fiabilidad al poner al día las previsiones que publicó el año pasado
El 2022 quedará en el recuerdo como uno de los ejercicios de la historia reciente con mayores vaivenes en un mercado golpeado por una recuperación pospandémica al ralentí, la explosión de la guerra en Ucrania, la desorbitada escalada de la inflación y la batalla de los bancos centrales por controlar este índice de precios mediante un incremento de los tipos de interés hasta niveles de hace más de una década.
Y lo peor es que, para desaliento de muchos, 2023 apunta a ser un año en el que estos sobresaltos se extiendan en el tiempo, dejando pocas certezas y numerosas incertidumbres para los inversores, tal y como señaló el director de la revista Inversión, Alejandro Ramírez, en la apertura del último número de la revista.
Una nueva edición de la revista Inversión donde periodistas y analistas de referencia dejaron sus previsiones para el 2023, y que de acuerdo al repaso de la misma hecho por los directores del medio en el podcast de la casa, destacará por factores como la "esquizofrenia bursátil" que vivirá el mercado, la normalización del dólar, el retorno de la renta fija a un comportamiento más racional, y el previsible aumento del escrutinio sobre el criptomercado.
Un semestre de caídas y otro de recuperación para terminar empatados
"Anticipamos una primera parte (del año) que va a seguir bastante revuelta. Donde son los bancos centrales los que tienen la llave de lo que de lo que va a pasar", afirmó Ramírez.
"Lo vimos con la subida de tipos anunciada por Powell esta semana, que iba en línea con lo previsto, pero el mensaje que transmite es que esto no se va a detener aquí, que se va a seguir subiendo los tipos. Y, sobre todo, que el tiempo que van a estar a unos niveles elevados va a ser más de lo previsto. Entonces, eso va a marcar el rumbo en la primera parte del año", agregó.
El diagnóstico realizado por el director de la revista Inversión no olvidó el impacto que puede tener la ralentización del crecimiento económico, pero sí recalcó que, a la hora de referirse a este posible escenario de recesión, "todo el mundo coincide en que va a ser de corta duración".
Un sentimiento que se apoya, principalmente, en la esperanza de que "en el momento en que las cosas se pongan feas económicamente, (la Fed) gire definitivamente en su política monetaria", detalló Ramírez.
"Y eso podría facilitar que, en la segunda parte del año, veamos un poco más de buena expectativa dentro de los mercados", añadió.
Una recuperación, no obstante, sobre la que también remarcó que "no parece que vaya a ser suficiente para remontar lo que nos podemos encontrar en la primera parte".
Los directores del medio, eso sí, aclararon que, desafortunadamente, gran parte de estas previsiones quedarán a expensas del desarrollo de un contexto geopolítico que estará marcado por el desenlace que deje la guerra en Ucrania, así como por la amenaza de una sacudida en China, tal y como explica el experto Carlos Laureau en su artículo para la revista.
Si ninguno de estos factores agita el tablero de juego, el director de análisis de la revista Inversión, Josep Codina, reiteró su anterior pronóstico sobre el suelo del mercado bajista, que debería llegar a finales del primer trimestre del año.
"El consenso es que el primer trimestre (de 2023) sea malo [...] Las expectativas pasan porque en marzo deberíamos estar viendo el capeo de la tormenta", aclaró Codina.
Un alivio que llegaría porque "los mensajes que nos están mandando los bancos centrales son que, si la inflación disminuye, levantarán el pie del acelerador".
Con lo cual, matizó el experto, "las bolsas tenderán a anticiparlo y a descontarlo" permitiendo que se vean antes las mejoras en los mercados, que no en la propia en evolución económica.
El 2023 de la renta fija
Esta desaceleración en las subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales, asimismo, debería devolver a la renta fija a un comportamiento más lógico de su cotización.
Uno en el que haya menores oscilaciones de sus precios, permitiendo que los ahorradores vuelvan a un terreno seguro históricamente, pero que en 2022 se convirtió en un campo de minas.
"Este año, quizá lo mejor que pueda tener, es que los ahorradores van a volver a poder construir carteras con renta fija que no les vaya a suponer un dolor de estómago", aseguró Codina.
Y es que, tal y como proyectó el analista, la renta fija ya deja rentabilidades que "pueden ser interesantes para construir carteras", y apunta a que en 2023 certificará su recuperación, para regocijo aquellos inversores más proclives a los perfiles de riesgo conservadores.
Una cierta estabilidad en el terreno de la renta fija, que también debería revertir levemente la fortaleza del dólar respecto al resto de divisas globales, dejándolo para junio en niveles de 1,10 respecto al euro, aseveró Codina.
"Yo creo que en el momento en que la Fed deje de subir tipos, al banco le quedarán subidas por el retraso que lleva, y esto puede ser lo que lleve al euro a esos niveles", concluyó el experto.
Los errores que obligan a acelerar la regulación del criptomercado
Si la normalización del equilibrio entre divisas devolverá también a criptomonedas como el bitcoin a sus rangos de cotización de hace un año, es mucho más difícil de prever, dada la inestable naturaleza de estos activos.
Lo que sí puede pronosticarse de forma altamente certera, no obstante, es que la regulación sobre el criptomercado se acelerará este próximo año.
En parte gracias a los avances en este sentido que se fueron cosechando durante el 2022, como la aprobación del texto final para la ley MICA, y en parte por la debacle de plataformas como FTX, que destaparon unos comportamientos imperdonables dentro del sector.
Un criptoinvierno, por tanto, que dará paso a un 2023 en el que se espera que una mayor regulación allane el camino para el regreso de los inversores institucionales, como puede leerse en el artículo de Inversión respecto al sector. Y con ello, quizá, también de la vuelta a un mercado alcista.
El 2023 espera a la vuelta de la esquina con grandes incertidumbres, pero también con un gran margen de mejora respecto a lo vivido este año.