Juan Mulet y José Luis García Delgado son dos de los 17 autores del libro La economía española y la pandemia (Universidad de Nebrija y Thomson Reuters, 2020). Se trata del primer estudio que hace minería, sector a sector, de los efectos del Covid-19 en España.   Su profundo conocimiento del impacto de la pandemia les permite indicar caminos de salida.

Transcripción (principales respuestas)

¿Cuántas crisis distintas ha traído a España el coronavirus?

JGD –La sanitaria, la económica, la territorial, la de gobernanza… Pero permítame un análisis en positivo con tres fortalezas. En primer lugar, la emergencia sanitaria ha servido de catalizador, acelerando procesos que ya estaban ahí –como, por ejemplo, la digitalización—. Segunda, ha revelado debilidades –algo básico—. Por ejemplo, la composición productiva española y la atomización empresarial.
Finalmente, el Covid-19 también pone de manifiesto ciertas fortalezas de la sociedad española: la capacidad adaptativa de las empresas sería una de ellas.

JM –Pero la pandemia ha roto las costuras de un Estado que estaba en diseño. El caso de la sanidad es evidente. Pensábamos que teníamos uno de los mejores sistemas del mundo. Pero al estresarlo, han saltado los cimientos. Volviendo a las lecturas positivas: se han revelado problemas psicológicos más que de otra índole.

¿Están de acuerdo con el diagnóstico del Banco de España, que apunta a una próxima crisis financiera?

JGD –Lo suscribo totalmente. Habrá recursos gracias a Bruselas, pero faltará gestión. Y la gestión empieza por diseñar un plan de recuperación creíble y consistente. Tenemos un Gobierno particularmente ducho en el activismo, pero no en la gestión. Y ahora toca gestionar.

JM –La herramienta más adecuada para administrar los fondos de recuperación sería una agencia, pero en España están prohibidas. En el fondo, hablamos de saber gastar: qué proyectos hacemos, cuándo desembolsamos el dinero y para qué.

JGD – Si nuestra referencia de gestión es el coronavirus, no es para estar muy esperanzados.

¿Qué camino debería recorrer España para evitar más daños?

JM – La innovación empresarial está totalmente abandonada.Si logramos tener empresas en campos interesantes, como el verde, adquiriríamos un buen impulso.

JGD –Los países que mejor están saliendo son aquellos que tenían una base industrial fuerte. España necesitaría una cierta reindustrialización para cortar la dependencia con el sector servicios… Pero no todo es economía.

La calidad de la gobernanza pública es fundamental. En nuestro caso, hablamos del clima político. El actual no atrae inversiones y tenemos un momento estupendo de capitales saliendo de China –por unas u otras razones—. Deberíamos ser capaces de ofrecer seguridad a esos inversores.

Históricamente, España ha sido valorado por ser un país estable. Deberíamos recuperar el compromiso que José María Cuevas resumió con el «tenemos que acordar hasta en lo que no estamos de acuerdo».

Apostemos antes que nada por cambiar el clima político en el que han de desenvolverse la productividad y las inversiones productivas.