Gracias a la aparición de la biometría como sistema de identificación, el cliente bancario ya no tendría que recordar las molestas contraseñas ni tampoco tener que validar un PIN generado automáticamente en el dispositivo. Primero fue la huella dactilar, para después incorporar el reconocimiento facial. Entidades como BBVA permiten autorizar una compra o abrir una cuenta en el banco con un proceso tan sencillo como hacerse un selfie.

Ahora, Banca March ha dado un paso más y emplea el reconocimiento de voz en el cierre de operaciones, convirtiéndose, de esta manera, en la primera entidad en hacerlo. Eso no es nada nuevo, ya que la tecnología que utiliza la voz para interactuar en el día a día ya llevaba años aplicándose a través de los teléfonos inteligentes y también en los asistentes de conducción o del hogar. «La voz ha llegado para quedarse, a fecha de hoy ya es una realidad llena de futuro dentro del ecosistema digital», explican fuentes de Banca March