Los planes de pensiones son un producto de ahorro con relativa mala prensa. Sus comisiones y los pobres resultados que acumulan históricamente solapan en ocasiones las ventajas fiscales que tienen aparejados. Sin embargo, en 2021 lograron cumplir el principal objetivo de cualquier inversor: batir a la inflación, que en España se situó nada menos que en el 6,5 por ciento. En concreto, la rentabilidad de estas carteras se situó de media en el 8,5 por ciento, según datos de la patronal sectorial Inverco. Se trata del segundo retorno más abultado de la historia para esta tipología de producto, solo por detrás de la obtenida en 2019.

Sin embargo, no todos los planes lograron este objetivo tan esencial para cualquier inversor. Más bien al contrario: solo uno de cada tres (el 36,6 por ciento del total) lo consiguió. Esta disparidad de comportamientos tuvo que ver con la evolución de los subyacentes de las carteras.