Stop loss: el arte de cortar las pérdidas
El stop loss es fundamental para evitar grandes pérdidas, pero debe colocarse correctamente y siguiendo un método
Pocas veces existe tanto consenso en trading. Si hay algo que resulta imprescindible es el stop loss, el límite que muchas veces separa el éxito del fracaso. Ni siquiera los traders más veteranos se permiten el lujo de abrir una operación sin saber antes cuál es la máxima pérdida que pueden soportar. Identificar una tendencia es importante para subirse a ella, pero aún más críticas son las herramientas que el trader necesita para discernir cuándo esa tendencia ha llegado a su fin y puede generarle un serio quebranto.
Sobre el papel, el plan del trader puede ser impecable pero el mercado es como un ser vivo, siempre está registrando continuas oscilaciones, muchas veces imprevisibles por culpa de noticias que disparan la volatilidad. Algunos inversores creen que se puede prescindir del stop loss porque tienen la posición en la cabeza. Es el primer gran error. «El stop siempre es imprescindible para evitarnos más de un disgusto. Por muy amueblada que esté la cabeza, el mercado siempre nos puede jugar una mala pasada o puede haber errores de concentración», dice Josep Codina, jefe de análisis de la revista INVERSIÓN. La aceptación de que ningún sistema de trading es infalible arroja como consecuencia natural la necesidad de contar con un stop loss para cortar las pérdidas potenciales. El mercado tarde o temprano se pondrá a la contra. Por eso, la clave pasa por no abrir una posición sin saber antes cuál es la pérdida máxima que se puede soportar. Desde este punto de vista, «los stop loss tienen que ver con el propio inversor y su grado de aversión al riesgo», añade Pablo García, director de Divacons Alphavalue. Los inversores que tengan más aversión a las pérdidas, deberán ceñirlo más y quienes puedan soportar momentos de más volatilidad pueden dejarlo menos ajustado.