En 1992, las cajas de ahorros se crecían ante el reto de competir con la banca. Su imagen, calidad de servicio y trato de su personal mejoraba día a día. Nadie se podía imaginar lo que pasaría años después
En 2012, como en la actualidad, el billete verde se convertía en el principal refugio frente a las incertidumbres. Los expertos recomendaban invertir en activos en la divisa de los Estados Unidos ante la debilidad europea