La mujer que desafía los roles tradicionales de género
La nigeriana Ifeoma Idigbe ha trabajado en banca y finanzas, como empresaria y en el sector público. No solo ayuda a las mujeres profesionales, también a hombres jóvenes desfavorecidos
Cada vez que visito el África subsahariana pienso en el poder del ubuntu. La última vez fue durante mi última visita a Lagos, donde me impresionaron las ideas innovadoras y la visión transformadora de las personas que conocí, más frescas y modernas que muchas de las que conozco en Europa.
Allí asistí a un almuerzo con un grupo de compañeras de WimBiz (Women in Management, Business & Public Service), una asociación para promover el desarrollo de mujeres ejecutivas en distintos sectores de la sociedad nigeriana. Su antigua presidenta, Ifeoma Idigbe, es una de las fundadoras de boys to MEN Foundation, una ONG que ayuda a hombres jóvenes desfavorecidos a abrirse camino en el mundo de los negocios.
Para ayudar a las mujeres profesionales y empresarias, 13 personas –un hombre y 12 mujeres, entre ellas Idigbe– fundaron a principios de siglo la ONG WimBiz: “Nos sorprendió el éxito de nuestra idea. De repente nos vimos introduciendo programas de capacitación; las mujeres necesitaban una plataforma que les diera el valor necesario para cambiar de vida si así lo deseaban”.
Desde entonces, el gobierno ha impulsado algunas iniciativas para aumentar la presencia de mujeres en los consejos de administración.
Charla con Ifeoma Idigbe
Idigbe ha trabajado en banca y finanzas, como empresaria y en el sector público. Es autora de un libro con 131 escritos filosóficos sobre la vida, en donde reflexiona sobre el significado de las cosas y las lecciones aprendidas de sus experiencias y las de otros.
Durante nuestra conversación, planteó una serie de ideas que se hacían eco de los mismos problemas a los que se enfrentan otras partes del mundo. Empezó contándome por qué habían creado boys to MEN:
La educación de las niñas (y los niños)
“Interactuando con los jóvenes me di cuenta de que había un desequilibrio. Cuando hablaba con las chicas parecían tener muy claro lo que querían conseguir y mostraban un carácter fuerte. Cuando hablaba con los chicos era un caso de ‘queremos ganar dinero’ pero sin una idea clara de cómo conseguirlo”.
“Había un patrón. Las niñas tienen cada vez más idea de hacia dónde se dirigen y hay muchas organizaciones femeninas que apoyan a las mujeres. En Nigeria se educa a las niñas para que sean fuertes porque es una sociedad orientada a los hombres. Se educa a las niñas por si se casan con maridos que no pueden cuidar de ellas, por si se casan con maridos que no son amables con ellas, para que sean capaces de cuidar de sí mismas. Por ejemplo, si una nigeriana pierde su trabajo, puede que se sienta infeliz, pero al día siguiente puede que empiece a vender cosas, puede que encuentre un oficio, o que empiece a vender comida o algo así para generar ingresos. No se va a quedar sentada esperando”.
“Las mujeres son cada vez más fuertes que los hombres en cuanto a su capacidad para sobrevivir a las dificultades. Y no tienen los mismos problemas de ego que los hombres. Por eso decidimos crear boys to MEN Foundation. Para hablar de estos temas y llevar a cabo programas para intentar cambiar la mentalidad de los chicos y enseñarles que no deben preocuparse si su mujer es el sostén de la familia. Si ella tiene un trabajo mejor y le dan una casa, hay que aceptarlo. Lo importante es hacerlo bien como familia. Estos son los cambios de mentalidad que quiero abordar”.
Un techo de cristal propio
“A veces creo que el reto no consiste en dar oportunidades a las mujeres en la dirección, sino en que las propias mujeres quieran esos puestos. Según mi experiencia, a veces las mujeres no quieren ser consejeras delegadas. Puede que quieran ser la directora ejecutiva, pero no necesariamente quieren la responsabilidad final. Porque sus vidas están compartimentadas y, a veces, las mujeres dejan de trabajar por sus hijos para dedicarles tiempo y luego se reincorporan. Eso, obviamente, afecta a sus carreras”.
¿Misoginia o miedo?
“En el mundo empresarial nigeriano existe una misoginia que echa para atrás a muchas mujeres. Pero creo que a veces es solo miedo a las mujeres y a los cambios en la forma de hacer las cosas que traerá su presencia. Personalmente, me llevo muy bien con los hombres y siempre he sido capaz de adaptarme a situaciones controladas por ellos. Pero también creo que las cosas están mejorando, pero muy lentamente. El Foro Económico Mundial calcula que las mujeres tardarán unos cien años en alcanzar la paridad con los hombres en el lugar de trabajo. No estoy segura de que vaya a tardar tanto, pero tampoco estoy segura de que vaya a ser solo por culpa de los hombres. Será una combinación de si las mujeres que ocupan puestos en determinados momentos quieren continuar en esos puestos”.
El futuro de África
Si hay un continente en el que es fácil ver que se están produciendo cambios rápidos, ése es África.
Tiene la población más joven del planeta y, posiblemente, la más imaginativa. Se está integrando rápidamente en la sociedad global, incluso con menos recursos que otras regiones. Con políticas de inclusión y diversidad, esa imaginación y ese empuje empresarial podrían llevar al continente a avanzar más rápidamente que otras regiones con poblaciones más envejecidas y más resistentes al cambio.
La presencia de la mujer en el sector privado y en la vida pública contribuirá, sin duda, a esta transformación. Y la filosofía ubuntu puede actuar como catalizador de la integración y la inclusión.
Las citas de este artículo provienen de una entrevista realizada por su autor a Ifeoma Idigbe el 16 de septiembre de 2019. La versión en inglés de este artículo apareció publicada en LinkedIn. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.