El ahorro para la jubilación aún tiene sentido a pesar de Escrivá
El interés compuesto sigue haciendo maravillas con la vista puesta en la jubilación
La reforma de las pensiones, lideradas por el ministro Escrivá, trae consigo la revalorización de las prestaciones en función del IPC, los incentivos a retrasar la jubilación y la penalización de la jubilación anticipada.
Pero también la intención de reforzar los planes de pensiones de empresa frente a los individuales.
La consecuencia directa ha sido la reducción en las bonificaciones de las aportaciones máximas a estos productos, desde los 8.000 euros hasta los 2.000 euros este 2021, cifra que se recortará a los 1.500 euros el próximo año.
A pesar de ello, todavía tiene sentido seguir ahorrando de cara a la jubilación para los expertos de EFPA, independientemente de estos límites, ya que los beneficios son aún mayores.
Complementan la pensión y permiten aportaciones periódicas
Ahorrar de cara a la jubilación es de momento, hoy por hoy, la única forma de complementar la pensión pública.
Esto se debe a que con la reforma de las pensiones y los cambios introducidos supondrá una reducción de los importes de las pensiones que reciben ahora los actuales jubilados.
No hay que olvidar que hay cambios demográficos que juegan en contra, como una mayor longevidad y menos trabajadores por cotizantes.
De esta manera, nos aseguramos que no perdemos poder adquisitivo cuando se deje de trabajar, algo fundamental, ya que puede suponer una época de mayor gasto.
Otra de las ventajas es que los productos de ahorro e inversión permiten aportaciones periódicas, pero no obligatorias. ¿Qué significa esto?
El ahorrador puede planificar su ahorro con aportaciones periódicas que pueden ser anuales, trimestrales o mensuales así como ajustar las cantidades en función de la liquidez que disponga el ahorrador.
Y es que no es necesario realizar grandes aportaciones de dinero para ver cómo crece el ahorro ya que entra en juego el interés compuesto.
¿Cómo funciona? Cada aportación periódica permitirá ir acumulando un capital, que se va sumando al capital inicial y sobre el que se van generando nuevos intereses o rendimientos, para multiplicar el ahorro acumulado.
Especialmente interesante es para los ahorradores más jóvenes, que pueden incrementar su aportación final si al principio asume un mayor riesgo.
Diferentes opciones para ahorrar a largo plazo
A la hora de trazar un plan de ahorro, hay una amplísima gama de activos y productos financieros que existen en el mercado, las innumerables alternativas con las que contamos, y ligarlo siempre a nuestros propios objetivos vitales y financieros, y a nuestro perfil de riesgo y horizonte temporal.
Para ello, la estrategia diseñada sería siempre enfocada a largo plazo. Además de los planes de pensiones, el vehículo creado específicamente para este fin, también existen otros productos como los planes de previsión asegurados (PPA), los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) o los seguros de vida ahorro.
Aunque cabe tener en cuenta que estos vehículos cuentan con una elevada exposición a renta fija. Incluso cobra más sentido ahorrar de cara a la jubilación con fondos, que permiten ir cambiando la estrategia de la inversión, pasando de renta variable a mixtos y luego a fijos sin tener que liquidez las posiciones.
Ventajas fiscales
No debemos olvidarnos de las ventajas fiscales con las que cuentan algunos productos de ahorro e inversión a largo plazo, que en algunos casos permiten reducir la base liquidable general del IRPF, como es el caso de los planes de pensiones.
Eso sí, cuando se rescaten tributarán en función de los rendimientos del trabajo.
En cambio, los fondos de inversión cuentan con la ventaja de no pagar impuestos salvo por las plusvalías una vez que se haga efectiva la inversión.
Esto significa que tributará a tipos del capital mobiliario que van desde el 19 por ciento para rendimientos inferiores a los 6.000 euros, hasta el 26 por ciento si superan los 200.000 euros.
En el caso de los PIAS, la gran ventaja es su fiscalidad, puesto que si se rescata la inversión en renta estará bonificada en función de la edad, llegando a estar exenta en un 92 por ciento para los mayores de 70 años, lo que es un motivo más para ahorrar de cara la jubilación.