El histórico IPC de noviembre subirá las pensiones el 2,5% en 2022
Las pensiones aumentarán en 2022 de media 30 euros al mes y las prestaciones máximas lo harán cerca de 112 euros
La revisión del IPC de noviembre da un mínimo respiro a la economía española. Del 5,6 por ciento preliminar, se ha situado en el 5,5 por ciento definitivo. El dato sirve para calcular la subida de las pensiones de 2022.
No obstante, este descenso de una décima de la inflación no cambia las estimaciones hechas en noviembre con el dato preliminar. Apuntaba a una subida del 2,5 por ciento de las pensiones contributivas para el próximo año, mientras que las mínimas y las no contributivas se revalorizarán un 3 por ciento.
El incremento del 2,5 por ciento se debe a la medida aprobada por el Gobierno que ajusta la revalorización de las pensiones a la evolución que el índice de precios al consumo (IPC) haya experimentado entre los meses de diciembre de 2020 y noviembre de 2021, y que formará parte de la reforma de las pensiones que tramita el Parlamento.
Así, la pensión media, que en noviembre ha sido de 1.194,94 euros, subirá en 2022 cerca de 30 euros; mientras que la pensión máxima aumentará unos 112 euros al mes, hasta situarse en 2.819 euros, y las mínimas subirán hasta 40 euros y alcanzarán los 890 euros mensuales.
La revalorización de las pensiones mínimas contributivas no está ligada al IPC. Se revalorizarán en 2022 un 3 por ciento, al igual que las no contributivas.
La ‘paguilla’ se multiplica
Antes de que se aplique esta revalorización para 2022, los pensionistas recibirán una paga, conocida como ‘paguilla’, para compensar la desviación de un 1,6 por ciento entre el 0,9 por ciento que se revalorizaron las pensiones a inicio de 2021 y el 2,5 por ciento que finalmente ha subido la inflación media en los últimos 12 meses.
La paguilla que se abonará en enero será la última que cobren los jubilados, debido al cambio del método de revalorización de las pensiones.
Si se tiene en cuenta el efecto de la paguilla, las pensiones en 2022 subirán en total un 4,1 por ciento, salvo las mínimas que se incrementarán un 4,6 por ciento.
El 12 por ciento del PIB
El gasto en pensiones ya se sitúa en el 12 por ciento del producto interior bruto (PIB) teniendo en cuenta los últimos 12 meses e incluyendo la paga extra de Navidad que se ha abonado en noviembre, según la previsión realizada por la Seguridad Social.
A fecha 1 de noviembre, la nómina mensual de las prestaciones contributivas de la Seguridad Social se situó en 10.280,25 millones de euros, el 3,27 por ciento más que el mismo mes del año pasado.
El 72,13 por ciento de la nómina ordinaria de las pensiones, 7.415,37 millones de euros, se ha destinado al abono de las pensiones de jubilación. Esta cuantía ha experimentado un crecimiento del 3,79 por ciento en los últimos doce meses.
Ahondar en el déficit de la Seguridad Social
La subida de las pensiones el próximo año puede generar riesgos para la sostenibilidad del sistema público de pensiones y hundir aún más a la Seguridad Social, que cerró 2020 con un déficit de 14.979,85 millones de euros, el equivalente el 1,36 por ciento del PIB
La nueva revalorización no convence a los expertos. Aducen que “pone en peligro la sostenibilidad del sistema público de pensiones”.
Para José Antonio Herce, fundador de la consultora LoRIS, la vinculación de las pensiones al IPC aumentará el gasto en pensiones sin justificación social. Esto podría suponer un incremento del gasto entre 2,3 y 5 puntos porcentuales del PIB.
Mayor carga para los cotizantes
Gonzalo Núñez, abogado del bufete Bardají-Honrado Abogados y profesor de la Udima, considera que “resulta muy peligrosa para la Seguridad Social, además de suponer una carga adicional para los actuales cotizantes".
Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, va más allá y cree que la revalorización en función del IPC “es la solución fácil” porque mantiene el poder adquisitivo de las pensiones, pero “si no se añaden ingresos extra al sistema, este presentará graves problemas de sostenibilidad”.
