Escrivá y sus pensiones contra todos: "Listillos", "falsos" y "los que asaron la manteca"

Al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, le duelen las críticas y ha arremetido contra los que no están de acuerdo con la reforma de las pensiones, que está ultimando y espera que entre en vigor este año.

Ha denunciado las "falsedades", "los inventos" y el "ruido" que algunos sectores están generando en contra de la reforma que, como ha recordado, incluye las recomendaciones del Pacto de Toledo y contó "con un consenso considerable".

Entre los organismos que se muestran contrarios a alguna de las medidas que integra la reforma, principalmente a la revalorización de las pensiones en función de la evolución del IPC, se encuentran el Banco de España y la OCDE, a los que se suman organizaciones empresariales y analistas de pensiones.

"No se le ocurre ni al que asó la manteca"

Según el ministro, estas instituciones defendieron una reforma "desquiciada", como la que llevó a cabo el PP en 2013, que incluía un factor de sostenibilidad "que no se le ocurre ni al que asó la manteca", en palabras de Escrivá.

También tuvo palabras para el banco holandés ING, al que calificó de "listillo" por su campaña publicitaria para contratar planes de pensiones, en la que habla del "declive de las cuentas públicas".

Pero contra los que más ha acometido Escrivá han sido con los políticos del Partido Popular por la actitud que mostraron el miércoles durante la votación en el Senado de la ley de planes de pensiones de empleo.

Les ha reprochado que aplaudieran en un momento en que se produjo un error en la votación y "se podía caer la reforma".

También les ha acusado de querer torpedear el cumplimiento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y se ha mostrado tajante al afirmar que, a pesar de las críticas, la reforma de las pensiones va a estar en el BOE porque "hace mucha falta a España".

Ha descartado que el sistema público de pensiones tenga un problema de sostenibilidad como advierten desde decenas de sectores y que el gasto en esta partida sea elevado, aunque ya supone el 12 por ciento del producto interior bruto.

Lo que sí ha admitido es que se puede producir una presión del gasto en las décadas de 2030 y 2040 cuando los 14.000 millones de individuos que integran la generación baby boomer estén jubilados.

A Escrivá le crecen los problemas

Los problemas a Escrivá no le llegan solo de fuera. Esta semana ha tenido que afrontar la dimisión de dos de sus altos cargos, la de los secretarios de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, y de Migraciones, Jesús Perea.

Estas dimisiones se producen en un momento en que su ministerio está diseñando la reforma de las pensiones y el proyecto de la nueva ley de extranjería.

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