Gobierno y agentes sociales aprueban una "descafeinada" reforma de las pensiones
Los expertos critican que la nueva reforma no mejora la sostenibilidad del sistema público de pensiones
Gobierno, agentes sociales y sindicatos (a falta de que sea ratificada por los organismos internos de la CEOE) aprobaron una reforma de las pensiones un tanto "descafeinada", según los expertos, puesto que a pesar de las novedades introducidas, no logrará atajar el déficit de la Seguridad Social, fundamental para la propia supervivencia del sistema.
El ministro de Seguridad Social y Migraciónes, José Luis Escrivá, reconoció que el despliegue de las medidas del primer paquete de la reforma de las pensiones, será "gradual".
En esta primera etapa, algunos de los elementos incluidos incorporaran medidas para extender las carreras laborales acercando la edad real de jubilación a la legal y que serán, insiste, "voluntarias" y con un "despliegue de forma gradual".
También explicó durante su intervención antes de la firma que este acuerdo contempla las transferencias del Estado a la Seguridad Social para asumir más de 18.000 millones de euros de los denominados gastos impropios.
Se empeorará la sostenibilidad del sistema
A pesar de que el anteproyecto de Ley nace con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, desde Willis Towers Watson aseguran que sucederá todo lo contrario.
Para empezar, el anteproyecto introduce una importante asimetría respecto al cálculo de la pensión de las jubilaciones anticipadas, difícil de entender si el objetivo es reducir la regresividad del actual sistema ya que la fórmula de cálculo que incluye penaliza a las jubilaciones voluntarias, dejando sin cambios el cálculo de las no voluntarias.
Estos porcentajes pueden ir desde el 21 por ciento hasta el 2,81 por ciento.
Los expertos de Willis Towers piden una reducción del 0,5 por ciento por mes, como medida estándar y más justa.
Por otro lado, tampoco tendrá un impacto del aumento de la edad efectiva de jubilación sobre el gasto en pensiones ya que un aumento generalizado de la edad efectiva de 1 año sólo supone un ahorro estimado del 1,8 por ciento del gasto en pensiones.
Si el aumento sólo afectara a las jubilaciones anticipadas, como parece más realista, se produciría incluso un mayor gasto.
El objetivo del Gobierno era acercar la edad real de jubilación a la edad legal.
Finalmente, señalan que el ahorro del gasto sería más fácil lograr, hasta un 5,69 por ciento, si se diera el incremento de la edad legal en lugar de en la edad efectiva de jubilación.
Los peligros de dejar de lado el factor de sostenibilidad
La nueva reforma de las pensiones recupera el IPC como mecanismo para revalorizar las pensiones, algo que también pone en jaque la sostenibilidad del propio sistema.
Así Fedea calcula que la imposición de esta medida “va a suponer un incremento del déficit estructural de entre tres y cinco puntos del PIB”, mientras que se sorprende que se elimine el factor de sostenibilidad y que no se haya dado ninguna alternativa.
Entre las propuestas, destaca implantar un sistema de cuentas nocionales y financiar el sistema vía impuestos, ya que según el Pacto de Toledo, el Estado tendría que inyectar al sistema de pensiones entre 3,2 y 5,2 puntos del PIB durante varias décadas para pagar las pensiones.