Jubilación: alternativas en Europa a la revalorización de las pensiones por IPC
La revalorización de las pensiones vía precios también se emplea en Europa, pero incorporan otras variables como esperanza de vida, salarios y evolución económica
La revalorización de las pensiones en España teniendo en cuenta el índice de precios al consumo (IPC) o lo que es lo mismo inflación ha venido con polémica. Algo que no solo ha sido criticado por los expertos sino también por la propia Bruselas, que ha alertado que esta medida supondrá elevar el gasto en pensiones, comprometiendo la sostenibilidad del sistema.
¿Qué ocurre en Europa? Según el estudio Ageing Reporting, en 23 estados miembros aplicaban una regla de indexación que combinaban precios y salarios, incluso otras variables como la evolución del producto interior bruto (PIB), frente a Francia, Italia, Suecia, Austria y Hungría, que utilizaban como guía la inflación.
El estudio que es de 2019 no incluía a España en esta categoría porque estaba vigente el Índice de revalorización de las pensiones, que tenía en cuenta, entre otras variables, la evolución de los ingresos y de las pensión media, aunque en la práctica estaba suspendido y se aplicaba el IPC.
En ese sentido, Fernando Martínez-Cue, Socio director de Martinez-Cue & Asociados y experto en pensiones, destaca que en estos países las pensiones son básicas y “no es lo mismo asumir el IPC sobre una pensión modesta que en el caso español, que supone el 73 por ciento el del último salario”.
En general, los países europeos adoptan un sistema que tiene en cuenta no solo la evolución de los precios, si no también, los salarios y la evolución de la situación económica, así como la esperanza de vida.
Reino Unido: del “triple lock” al “double lock”
En el Reino Unido el sistema de revalorización de las pensiones (en referencia a la básica) era un sistema conocido como el “triple lock” (triple bloqueo), que consistía en escoger entre la mayor de tres variables: el incremento medio de los salarios, el IPC o un 2,5 por ciento.
Para el ejercicio 2022-2023 el "triple lock" ha sido transitoriamente suspendido debido a la elevada subida de los salarios que ha tenido lugar después de la pandemia de Covid-19, señala Martínez-Cue. Este mecanismo atenuado tendría que decantarse entre la mayor teniendo en cuenta la inflación o el mínimo garantizado del 2,5 por ciento.
Mientras que en Italia, donde está vigente un sistema de cuentas nocionales, la pensión se revaloriza en función del IPC, pereo con excepciones, donde las más bajas sí que ganan poder adquisitivo vía incremento total de precios, mientras que las más altas refleja solo el 50 por ciento de este incremento del coste de la vida (se trataría en este caso de pensiones que recogen seis veces la pensión mínima).
Suecia, en función de la esperanza de vida
En Suecia también está vigente un sistema de cuentas nocionales. Y, aunque también es verdad que contempla la revalorización de las pensiones vía IPC, se tienen también previstas otras variables.
Así, si aumenta la esperanza de vida, se reduce la prestación. Posteriormente, cada año, se actualizan las prestaciones según el incremento del salario medio nominal (al que se imputa un tipo de descuento que asciende a 1,6 por ciento).
Independientemente de la situación económica o demográfica, el sistema sueco considera que podrá cumplir con sus obligaciones con un tipo de cotización fijo y unas normas fijas de cálculo de la prestación. Esto lo realiza a través del mecanismo automático de equilibrio, que se activa cuando los activos (del fondo “amortiguador” más el valor estimado de los activos en forma de ingresos de cotizaciones) cae por debajo del pasivo (pensiones nocionales devengadas y el valor de las pensiones en curso).
En Alemania están vigentes dos mecanismos. Por un lado, el “factor contributivo” tiene en cuenta cambios en el tipo de cotización a la pensión pública y a los planes privados (voluntarios) subsidiados. Un aumento de los tipos de cotización reducirá la pensión y por otro el factor de sostenibilidad, que tiene en cuenta el de cotizantes.
Por su parte, en Dinamarca utilizan la evolución de los salarios , igual que en Holanda, aunque con carácter semestral, mientras que en Portugal, además, de tener en cuenta el IPC también se tiene en cuenta la evolución del PIB.