Pensiones: las tres vías para dar marcha atrás en la jubilación y volver a trabajar 

Algunas personas pueden sentir la tentación de regresar a la vida activa tras dar el paso de solicitar la jubilación, bien porque les abruma el tiempo libre, porque desean recuperar poder adquisitivo o porque tienen un negocio que descarrila en manos ajenas. 

Pues bien, esas personas deben saber que tienen tres vías diferentes para volver a trabajar tras haberse retirado. 

Una de ellas es optar por la jubilación activa, un concepto que se introdujo en la reforma de las pensiones de 2013 para incentivar el envejecimiento activo y contribuir a la sostenibilidad del sistema de pensiones. 

La jubilación activa permite cobrar el 50% de la pensión

En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, la jubilación activa permite compatibilizar el cobro del 50 por ciento de la pensión, con el cien por cien del salario, los bonus y los complementos salariales. 

“Da lo mismo las horas que trabajes, los ingresos que tengas o los cargos que ostentes. Puedes cobrar el 50 por ciento de la pensión que ya tuvieras calculada, continuar trabajando y, cuando quieras, volver a jubilarte del todo, pidiendo el otro 50 por ciento”, explica Isabel Casares, secretaria general de la organización de consultores de pensiones (OCOPEN). 

Se trata de una opción que beneficia especialmente a los directivos y consejeros de las empresas, según explica. 

“Antes de la reforma, cuando te jubilabas tenías que dejar tu puesto de trabajo, lo que perjudicaba sobre todo a los directivos y consejeros. Por eso, la jubilación activa es la solución para que la gente siga cotizando y no tenga que dejar los cargos”, apunta.  

La jubilación activa está disponible para autónomos

Esta misma opción también está disponible para las personas que trabajan por cuenta propia. 

En principio, la jubilación activa para autónomos permite cobrar el cien por cien de la pensión si acreditan tener a una persona contratada desde hace al menos dos años pero, dado que este artículo se centra en los pensionistas que desean volver a trabajar, no es posible cumplir este requisito, por lo que solo podrían acceder al cobro del 50 por ciento de la pensión. 

En ambos casos, el trámite para acceder a la jubilación activa puede hacerse de forma sencilla en la sede electrónica de la Seguridad Social, aunque también es posible acudir a alguna de sus oficinas. 

Sin mejoras de la pensión futura

En lo que respecta a la jubilación activa, es importante saber que garantiza mayor poder adquisitivo en el momento de disfrutar de la misma (al poder compatibilizar el cobro de la pensión con un salario) pero no ayuda a cobrar más una vez se esté jubilado al cien por cien (tras haber trabajado una serie de años extra).   

“No te vuelven a recalcular ni nada. La pensión ya la tienes y lo único es que cobras el 50 por ciento. Pero luego no te pagan más porque hayas seguido cotizando”, puntualiza Casares. 

Cosa distinta ocurre con la tercera vía para regresar a la vida activa, una vez se esté jubilado: la reincorporación total. 

Básicamente, consiste en suspender por completo la pensión y volver a trabajar con normalidad, cotizando a la Seguridad Social. 

Si bien, Casares explica que esta opción no se usa prácticamente nada pues, al contrario de lo que pudiera creerse, podría derivar en una merma de la pensión futura. 

“Dependiendo de cuánto tiempo me reincorpore y en qué condiciones, puede ser perjudicial. Porque, para calcular la base reguladora, se usan los últimos 25 años cotizados”, recuerda.  

Asimismo, el sistema está sujeto a cambios por lo que los expertos suelen aconsejar acogerse a la jubilación en cuanto se genere el derecho a ello pues, en caso de esperar, puede ser que nos impacte un empeoramiento de las condiciones. 

"Si tienes pensión, cógela. Porque, como hay tantos cambios, mañana puedes tener menos pensión. Al ser un sistema de reparto, la duda siempre está ahí. Puede haber cambios y no van a ser positivos”, zanja Casares.  

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