Planes de pensiones o seguros de jubilación: ¿Cuál es la mejor opción para el retiro?
La ventaja de los planes de pensiones frente a los seguros es que, en general, aportan más rentabilidad, pero a cambio exigen más riesgo
Cada vez más trabajadores son conscientes de que la pensión pública que recibirán del Estado cuando se jubilen no será suficiente para mantener su actual poder adquisitivo.
La llegada de más de 14 millones de baby boomers a la jubilación y los números rojos de la Seguridad Social, que cerró el año pasado con un déficit de 11.192 millones de euros, cuestionan la sostenibilidad del sistema público de pensiones tal y como ahora lo conocemos.
Los expertos auguran que las pensiones bajarán a medio plazo, a pesar de los esfuerzos del Gobierno para incrementarlas en función del IPC.
Consideran “insostenible” esta subida y más cuando la inflación ya supera el 10 por ciento. Por ello, dan por seguro que la tasa de remplazo -porcentaje de ingresos que representa la pensión respecto al último salario-, que en España es del 80 por ciento, una de las más altas de la UE, bajará.
Diseñados para la jubilación
Ante estas perspectivas se hace necesario ahorrar para complementar la pensión y de ello son conscientes los futuros jubilados.
Sus productos preferidos de ahorro previsional son los planes de pensiones, los planes de previsión asegurados (PPA), los planes de ahorro individual sistemático (PIAS) y los seguros de vida ahorro.
Además de aportar rentabilidad a las carteras, ofrecen algún tipo de incentivo fiscal de los que pueden aprovecharse los ahorradores.
No obstante, existen diferencias entre ellos. La más importante es que los seguros de jubilación suelen ofrecer una rentabilidad menor que los planes de pensiones debido a que garantizan unos retornos mínimos. También llevan implícito un menor nivel de riesgo.
“Están dirigidos a ahorradores con un perfil más conservador que los planes de pensiones”, señalan desde el Instituto BBVA de Pensiones.
Planes de pensiones, los preferidos
Entre las alternativas de ahorro previsional destacan los planes de pensiones, un producto de ahorro a largo plazo específicamente diseñado para complementar la pensión pública. Su objetivo es acumular capital a través de aportaciones que irá destinado a la jubilación.
Su liquidez está restringida. No obstante, permiten el rescate en determinadas situaciones especiales, como enfermedad grave, desempleo o incapacidad laboral y, a partir del año 2025, se podrán rescatar siempre que hayan transcurrido diez años desde que se realizó la primera contribución.
Unos de sus principales atractivos eran sus incentivos fiscales. Hasta el año 2020 se podían desgravar en el IRPF las aportaciones anuales hasta un máximo de 8.000 euros anuales. Este año esta cuantía se ha reducido a 1.500 euros.
Planes de previsión asegurados
Los planes de previsión asegurados (PPA) son seguros de ahorro a largo plazo con las mismas características, contingencias cubiertas y liquidez que los planes de pensiones. También su régimen jurídico y fiscal se asimila al de ellos.
La principal diferencia es que los planes de pensiones se instrumentalizan en fondos de pensiones mientras que los de previsión asegurados lo hacen en contratos de seguro y tienen una rentabilidad garantizada mediante técnicas actuariales, mientras que los planes de pensiones pueden tenerla, es el caso de los planes garantizados, o no.
Planes de ahorro individual sistemático
El ahorrador también se puede decantar por los planes de ahorro individual sistemático (PIAS). Son productos de ahorro a largo plazo que permiten hacer aportaciones periódicas y extraordinarias hasta 8.000 euros anuales y un máximo durante toda la vida del seguro de 240.000 euros por ahorrador.
La aportación no goza de beneficios fiscales, pero si el rescate se produce transcurridos al menos 5 años desde la primera aportación y con él se constituye una renta vitalicia, los rendimientos quedan exentos de tributar.
A ellos se suman los seguros de vida de ahorro que permiten el rescate en cualquier momento.
¿Qué producto elegir?
Optar por un producto u otro depende del perfil inversor del ahorrador y de los objetivos financieros que quiera conseguir cuando llegue su retiro. Independientemente del producto que se elija, “la inversión tiene que ser diversificada”, advierten los expertos.
Recomiendan distribuir el ahorro para la jubilación en diferentes activos financieros, lo que “permite reducir el riesgo y mejorar la rentabilidad de las inversiones a largo plazo”.
Jesús Pérez, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), señala que, “para el público general, que no quiere complicarse la vida, los planes de pensiones junto a los fondos de inversión son los mejores productos para invertir y para ahorrar de cara a la jubilación, porque son carteras diversificadas y gestionadas de forma profesional”.
Antes de optar por uno, Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen), recomienda elegir el que mejor se adapte a las necesidades del ahorrador y a sus objetivos marcados a largo plazo.
En su opinión, "no es lo mismo que necesitemos liquidez antes de la jubilación y tengamos que rescatar parte o todo el plan, que cobremos un capital a la edad de jubilación o que decidamos cobrar una renta temporal o vitalicia que complemente la pensión pública”.
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