Planes de pensiones: primero la estocada y ahora el descabello
El Gobierno quiere acabar con los planes de pensiones individuales, aseguran los expertos: Ya ha eliminado un 75% de sus incentivos fiscales y ahora pretende reducirlos otro 25%
Al Gobierno de Pedro Sánchez no le gustan los planes de pensiones individuales y las medidas que está tomando respecto a ellos van encaminadas a hacerlos desaparecer, argumentan los expertos en pensiones.
La primera iniciativa en su contra la lideró el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, cuando en 2020 decidió reducir de 8.000 a 2.000 euros el límite de las aportaciones a los planes individuales con derecho a desgravación en el IRPF, lo que supuso una merma del 75 por ciento.
Ahora, el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 recoge una rebaja de estos límites de 2.000 a 1.500 euros, una nueva disminución del 25 por ciento. Por tanto, si los presupuestos se aprueban con su actual redacción, los límites bajarán en 6.500 euros en dos años.
Estos descensos perjudicarán a 7,5 millones de participes en planes de pensiones individuales y a casi un millón de ahorradores en planes de previsión asegurados (PPA), señalan desde Inverco.
Un objetivo claro
Los expertos de pensiones no entienden el encono del Gobierno hacia los planes individuales que, a su juicio, deberían incentivar en vez de perjudicar.
"Esta nueva reducción es sorprendente y no va en línea con la promoción de los tres pilares del sistema de pensiones que propugna la OCDE: las pensiones públicas (primer pilar), los planes de pensiones de empleo (segundo pilar) y los planes individuales (tercer pilar)", señala Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco. Para quien "si el Gobierno no quiere eliminar los planes individuales le falta poco. Ya los ha dejado muy limitados"
Considera que la forma de proceder del Gobierno no es "razonable ni oportuna y menos cuando estos planes siguen funcionando a pesar de las reducciones fiscales y financieras que han sufrido en los último diez años".
Miguel Ángel Menéndez, director del área de Wealth de Mercer España, se muestra más tajante respecto a las intenciones del Ejecutivo y asegura que con estas iniciativas pretende "eliminar poco a poco estos planes”. En su opinión, "sorprende negativamente que, en lugar de fomentar el ahorro en alguno de los pilares disponibles, el individual se elimine".
También José Antonio Herce, fundador de la consultora LoRIS, cree que el nuevo recorte propuesto es "injustificable” igual que el que realizó Escrivá en 2020 para el actual ejercicio. Por ello se pregunta “¿a dónde va a llegar? el Gobierno con estas medidas" y cree que Hacienda y el Ministerio de Seguridad Social "se equivocan al tomarlas".
Consecuencias de los recortes
El tijeretazo a los incentivos fiscales ya ha hecho mella en las aportaciones realizadas por los partícipes a los planes individuales y, según prevé Ángel Martínez-Aldama, estas se van a reducir un 40 por ciento este año.
El descenso en los flujos de entrada brutos para los planes del sistema individual fue entre enero y septiembre de este año del 22 por ciento, 453 millones de euros menos que en el mismo periodo de 2020.
En los tres primeros trimestres del año el patrimonio en planes de pensiones individuales se situó en 86.570 millones de euros y el número de cuentas de partícipes era de 7.419.195.
"Estos recortes están generando un declive muy importante en el ahorro individual y las consecuencias se verán cuando los actuales trabajadores lleguen a la jubilación sin fondos suficientes para complementar el sistema público de pensiones, que no presenta buenas perspectivas de garantizar un valor adquisitivo adecuado", apunta Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones.
Empezar la casa por el tejado
El objetivo del Gobierno al eliminar, poco a poco, los beneficios fiscales de los planes individuales lo adelantó José Luis Escrivá al declarar que con ello persigue impulsar los planes de empresa, cuyo límite de aportaciones con derecho a desgravación en el IRPF es de 8.000 euros, y que pretende subir en otros 500, según recoge el proyecto de ley de los PGE, justo los que resta a los individuales.
Las gestoras ven con buenos ojos la decisión del Gobierno de impulsar los planes de empresa, pero no a costa de los individuales.
"Propugnamos el desarrollo del segundo pilar, que en España ha funcionado muy poco, pero no en detrimento del tercero, apunta Martínez Aldama.
Cree que ambos son “compatibles y no sustitutivos” y que el Gobierno no puede desmontar el tercer pilar cuando no ha desarrollado el segundo. “Ha iniciado la casa por el tejado y ni siquiera ha hecho la zanja para poner los cimientos", indica.
Activar el ‘macro fondo’ de pensiones
La solución, en su opinión, sería que el Ejecutivo desarrolle los planes de empleo mediante beneficios fiscales a las empresas para que los pongan en marcha y, pasados unos años, decida si hay que seguir incentivando o no los planes individuales y de qué manera.
Hace referencia al macro fondo de pensiones de empleo que está diseñando el Ministerio de Seguridad Social de carácter abierto y de gestión privada, con el que espera incrementar la población cubierta por sistemas complementarios atrayendo a rentas medias y bajas y a jóvenes y facilitar el ahorro finalista de pymes y autónomos.
Y es que, por el momento, los planes de empleo no cuajan en España. Solo 12.000 empresas están acogidas a este sistema, que cerró el mes de septiembre con un volumen de activos de 37.110 millones de euros y 1.926.716 cuentas de partícipes.
Otra vuelta de tuerca
Isabel Casares considera que la presión del Gobierno a los planes individuales puede ir a más y se pregunta si "realmente van a permitir que tengan alguna deducción fiscal en el futuro".
Sospecha que estas medidas pueden ser una táctica del Gobierno para que los ahorradores aporten al macro fondo de empleo que está diseñando y argumenta que "es razonable pensar que el objetivo del Ejecutivo es eliminar las desgravaciones de los planes de pensiones individuales y llevarlo todo a planes de pensiones empresariales".
Cree que va "por buen camino” para conseguir este objetivo y “no podemos hacer nada para evitarlo. Más argumentos que hemos dado para que se mantengan los planes de pensiones individuales no podemos dar, pero no escuchan a los expertos".
Gestoras y ahorradores, los damnificados
Unas de las mayores perjudicadas si se produce una nueva reducción de beneficios fiscales serán las gestoras, ya que, en opinión de Martínez-Aldama, muchas pueden ver afectado su modelo de negocio y “verse obligadas a cerrar".
También cree que será negativo para los ahorradores, ya que "lo que hace a un sector competitivo es la existencia de un gran número de entidades competidoras y una disminución de los operadores perjudicará al ahorrador, que contará con menos oferta".
El "mejor” producto de ahorro finalista
Los expertos ven injustificada la malquerencia del Gobierno hacia los planes individuales cuando no solo son un buen producto de ahorro para la jubilación, sino que son "el mejor”. Así lo estima Miguel Ángel Menéndez.
"Hay otros productos que ayudan y fomentan el ahorro, pero no vinculados con la jubilación. Ahorro a largo plazo, con aportaciones periódicas, pudiendo construir estrategias de inversión para cada momento de tu ciclo vital, con gastos reducidos e idealmente con ventajas fiscales para contrarrestar la no liquidez de estos productos lo hacen idóneo”, argumenta el ejecutivo de Mercer.
También José Antonio Herce cree que es “el producto, con mayúsculas, para la previsión social complementaria", por lo que su tratamiento fiscal "debe ser el mismo que el de las cotizaciones y las pensiones de la Seguridad Social, exactamente el mismo".