Qué hacer con un plan de pensiones heredado
Los herederos de un plan de pensiones pueden continuar con él para diferir impuestos o rescatarlo y tributar en el IRPF
Heredar un plan de pensiones puede plantear muchas dudas a los beneficiarios sobre si rescatarlo o mantenerlo para minimizar el impacto fiscal.
Lo primero a tener en cuenta es que los herederos no tienen la obligación de rescatar el dinero acumulado en los planes de pensiones. Pueden mantenerlo durante el tiempo que les convenga sin tributar por él y solo tendrán que cumplir con Hacienda en el momento del rescate.
Tributan en el IRPF como rentas del trabajo a un tipo que, en la escala estatal, oscila entre el 19 y el 47 por ciento. Por ello, el dinero procedente de su rescate producirá un aumento de la base imponible de la declaración de Renta.
Esto significa que la tributación al heredar un plan de pensiones es superior a la de otros bienes heredados gravados por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD), que cuenta con bonificaciones en la mayor parte de las comunidades autónomas que pueden llegar hasta el 100 por cien.
No obstante, hay una excepción en los casos en que el partícipe haya fallecido después de 2015 e hiciera aportaciones al plan antes del 31 de diciembre de 2006.
En estos casos, los herederos del plan se benefician de una reducción fiscal del 40 por ciento siempre que lo rescaten en los dos años siguientes al fallecimiento del partícipe.
Rescatar o mantener
El primer dilema que se plantean los beneficiarios es si rescatar o no el plan de pensiones. Antes de contestar a la pregunta, los expertos les recomiendan que analicen si necesitan el dinero del plan en ese momento o si pueden seguir manteniéndolo.
Los que opten por el rescate tienen tres maneras de hacerlo: en forma de capital, de renta periódica o una modalidad mixta.
Rescate en forma de capital, la opción más cara
Rescatar el plan de pensiones en forma de capital permite recuperar en un solo pago la totalidad del dinero acumulado en él, tanto las cuotas aportadas como la rentabilidad que hayan generado.
Es la modalidad que más penaliza al bolsillo de los partícipes, por ello los expertos aconsejan evitarla siempre que se pueda.
Su ineficiencia se deriva de que concentra el impacto fiscal en un mismo ejercicio por lo que se tributa a un tipo marginal muy elevado.
“Al cobrarlo en forma de capital suben los ingresos a declarar, aumentando la base imponible y, dependiendo de los importes que se perciban, incrementando el tipo marginal, lo que se traduce en más impuestos”, afirma Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen).
Cómo tributar menos
Una estrategia más eficiente para liquidar el plan es hacerlo en forma de rentas periódicas, que permiten repartir la tributación en distintos años.
Esta fórmula produce un impacto menor en el tipo marginal de la declaración de la renta y permite elegir la periodicidad con que se desea recibir el capital, de forma mensual, trimestral, semestral o anual.
También se puede elegir una modalidad mixta que consiste en percibir una parte de lo ahorrado en forma de capital y, posteriormente, recibir una renta periódica.
Traspasar el plan
Otras opciones para diferir impuestos son traspasar el capital del plan heredado al que tenga el heredero o trasladar el plan a otra entidad financiera.
En ambos casos solo se tiene que tributar en el momento del rescate de los derechos consolidados.
Cundo existen varios herederos, la entidad depositaria debe repartir el capital entre todos en función de la voluntad del fallecido y, tras el reparto, cada uno puede elegir que hace con su parte, si rescatarla o mantenerla en el plan de pensiones.
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