Draghi 'escurre el bulto' y rehúsa hablar de la retirada de estímulos
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha rehusado ofrecer hoy pistas sobre la orientación futura de la política monetaria europea[…]
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha rehusado ofrecer hoy pistas sobre la orientación futura de la política monetaria europea y ha recalcado que los bancos centrales deben tener la "mente abierta" para afrontar los nuevos desafíos.
Durante una intervención en la ciudad alemana de Lindau, y a falta de un día para que intervenga en el simposio de bancos centrales que organiza la FED en Jackson Hole, el banquero italiano no ha ofrecido señales específicas sobre los planes del BCE respecto al retirada de estímulos monetarios (QE) y ha abogado por el uso de la investigación para el diseño de las políticas monetarias.
"Una respuesta de política que tiene su fundamento en una investigación rigurosa es menos propensa a verse afectada por un compromiso político y resulta más fácil de explicar al público en general", ha dicho Draghi en un discurso de corte muy académico y dirigido a 17 premios Nobel y 350 jóvenes economistas.
Con todo, Draghi ha insistido en que "las acciones que se han llevado a cabo durante los últimos diez años, tanto en política monetaria como en regulación y supervisión, han hecho que el mundo sea más resistente, aunque debemos seguir preparándonos para nuevos retos". Como resultado de la independencia y de una contabilidad mayor, la comunicación de la política monetaria se ha vuelto mucho más transparente, según el presidente del BCE.
Draghi ha dicho también que en la reciente crisis financiera obligó a los académicos a reajustar los modelos económicos existentes. "El redescubrimiento de que la noción de política monetaria puede tener una función en coordinar las expectativas privadas en tiempos de incertidumbre severa tuvo una importancia significativa en la transición al mundo post-crisis", apostilló.
Draghi hizo hincapié en que el sector financiero tuvo una importancia significativa en la crisis no sólo propagando impactos negativos para la economía, sino generándolos. Las fricciones financieras se han convertido en los principales conductores de la recesión, según el presidente del BCE.
Draghi también consideró que "una respuesta de política monetaria que se funda en una investigación rigurosa es menos propensa a ser dañada por el compromiso político y es más fácil de explicar al público general".
Explicó que los bancos que fueron golpeados primero en la crisis de 2007 fueron los que más habían invertido en productos financieros que habían perdido mucho de su valor. La mayor parte de estos bancos estaban localizados en Alemania, Francia y Holanda, países con posiciones fiscales fuertes. A partir de 2008 se produjo el giro a bancos españoles e irlandeses, que estaban sobre expuestos a un mercado inmobiliario nacional que colapsaba.
La CE calcula que el sector público proporcionó en 2008 ayudas a los bancos por valor del 5 % del PIB de la Unión Europea (UE) y en 2009 del 9 %, dijo Draghi. En comparación el coste financiero neto del apoyo al sector financiero en EEUU entre 2007 y 2009 se calcula en el 5 % del PIB. Recuerda como la crisis de Grecia destrozó la ilusión de que la deuda soberana no tenía riesgo y llevó a un ajuste del riesgo en la UE.