Guerra contra la Fed

Los ministros de Economía presionan a Irlanda para que se acoja al rescate, incluso cediendo a los intereses de Dublín,[…]

Los ministros
de Economía presionan a Irlanda para que se acoja al rescate, incluso
cediendo
a los intereses de Dublín, que no quiere apoyo europeo para sanear sus
cuentas
públicas
, porque no lo necesita, pero sí para sanear su
sistema financiero.
Ahora al Gobierno alemán sí le interesa acelerar el rescate a Irlanda.
Cuanto
antes se terminen las tensiones sobre la deuda soberana de los países de
la
periferia, más margen tendrá Angela Merkel para imponer que para futuros
rescates, los que puedan tener lugar más allá del año 2013
,
también contribuyan
los inversores privados. De conseguir que así fuera, Merkel tendría un
tanto a
favor de cara a las elecciones que tendrán lugar el año que viene, en
unos
lander que suponen el 25% del electorado de Alemania.

Los problemas
de la deuda pública europea están
provocando que los que existen en el mercado
estadounidense estén pasando desapercibidos
. Lo que allí
sucede es bastante
raro pero es que, además, está proporcionando mucha munición a los
críticos,
fundamentalmente republicanos, con la gestión de otro que se confiesa
republicano y que es el presidente de la Reserva Federal
norteamericana, Ben Bernanke.

 Pero, ¿qué es
lo raro? Desde agosto se
especulaba con la posibilidad de un nuevo programa de
compra de bonos por parte de la Reserva Federal
norteamericana
. Los objetivos:
rebajar los costes de
financiación de las empresas
y estimular la inversión, el crecimiento y la creación de
empleo
. ¿Cómo? Se
supone que la Reserva
Federal, comprando bonos, elevaría el precio de éstos y, por
tanto, contendría el incremento de los tipos de interés. Porque, en los
bonos,
precio y rentabilidad tienen una relación inversa. A principios de
octubre, la
rentabilidad de los bonos americanos a diez años tocaba mínimos anuales
en el
2,39%, después de varios meses a la baja descontando un escenario
deflacionista. Pero, y aquí viene lo extraño, desde entonces, pese a la
expansión cuantitativa de la Fed,
la rentabilidad no ha hecho más que subir en prácticamente todas los
plazas
.
Ayer, el bono a diez años americano rozaba el 3%. Aunque hoy el interés
vuelve
a caer ligeramente, ante declaraciones de miembros de la Reserva Federal
que, de manera inusual, conceden entrevistas "on the record", en la
prensa
norteamericana se percibe bastante preocupación. "Esta tendencia de subida de
las rentabilidades es un problema tanto para la economía como para la
Reserva Federal.
Las rentabilidades han caído con fuerza durante meses anticipándose al
programa
de la Fed
y,
ahora, en un corto periodo de tiempo, gran parte de este efecto se ha
perdido,
volviéndose a encarecer la financiación", comentaban en "The Wall Street
Journal" hoy. En todo caso, este periódico reconocía que es demasiado
pronto
para declarar que el plan de la Reserva Federal está fallando, dado que
las
rentabilidades de la deuda pública se encuentran aún muy cerca de
mínimos
históricos.

 La curva de
los tipos de interés de la deuda sirve para medir las previsiones
futuras de
inflación y crecimiento. Un
repunte de la rentabilidad, pues, implica que hay
mejores perspectivas de la evolución económica
y, también,
que el mercado
podría esperar un repunte de los precios. Éste es el clavo ardiendo al
que se
han agarrado los republicanos para criticar a Bernanke. De hecho, varios
políticos y economistas conservadores han escrito una carta abierta al
presidente de la
Reserva Federal, publicada en "The New York Times" y en "The
Washington Post", para alertar de que, además de que no conseguirá crear
empleo
con su multimillonaria inyección de dinero, sólo aumentará las tensiones
inflacionistas.

 ¿Pero no es
esto también lo que se buscaba? Si las expectativas de inflación aumentan, los
consumidores se verán incentivados a consumir cuanto antes, lo que sería
bueno
tanto para los beneficios empresariales como para la propia
economía.
Además, la Fed también habría conseguido
su objetivo de aupar el precio de los activos de riesgo: los inversores
se
salen de deuda pública y prefieren comprar Bolsa.

 Alberto Matellán,
de Inverseguros, cree que detrás
del repunte de las rentabilidades también se
encuentran los datos macro que, últimamente, van superando expectativas,
sobre
todo el último informe de empleo correspondiente al mes de octubre, o la
balanza comercial, así como el informe de confianza de las pequeñas
empresas
. ¿Expectativas de incremento de la
inflación? Según Matellán, las únicas tensiones inflacionistas que puede
haber
en Estados Unidos vienen de fuera, del mundo emergente, por ejemplo. En
el seno
del país, aún hay mucha capacidad instalada sin utilizar, lo cual es,
más bien,
una señal deflacionista.

Con todo, en
la prensa norteamericana ya se comienza a discutir la conveniencia de
que la Reserva Federal se
gaste menos de los 600.000 millones de dólares comprometidos. O que
termine el
programa de compra de bonos antes de lo esperado. En todo caso, ésa
sería una
muy buena noticia para los mercados.

La última
subida de la rentabilidad de la deuda pública americana tiene que ver
con
Moody's, que aseguró que mantener los recortes temporales de impuestos
diseñados por el presidente George Bush y que vencen a finales de año
podría
tener consecuencias en la calificación crediticia del paí
s.
No todo les sonríe
a los republicanos.

Con todo, hay
analistas que consideran que la rentabilidad del bono americano a diez
años
podría haber visto su techo en el 3%. Si eso fuera así, ésta sería una
buena
oportunidad de compra de deuda americana. Pero tendremos que comprobar
si la
tregua de hoy se consolida.

 Lo malo de
todo esto es que, Ben Bernanke y, con él, la Reserva Federal,
que se habían creado una brillante reputación por su gestión de la
crisis,
están cada vez más cuestionados
. Ha entrado en una pugna
partidista contaminada
por el auge de los libertarios del Tea Party.

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