Los rivales de CAF en la batalla por Talgo
CAF está bien colocada pero los grupos extranjeros y el capital riesgo plantarán cara a la compañía en la batalla por Talgo
El sector ferroviario camina con paso firme hacia la consolidación y Talgo es uno de los fabricantes que acapara la atención, al descontar los analistas que recibirá una opa.
CAF es la mejor colocada para hacerse con la compañía pero no hay que perder de vista a los grupos extranjeros que podrían entrar en una operación muy apetecible.
La fusión entre CAF y Talgo tiene mucho de unión natural. Ambas compañías se complementan a la perfección y las sinergias serían evidentes.
Es cierto que CAF tiene otras opciones de compra, como la división de señalización de Thales, pero si no consiguiera este objetivo, el grupo “se acercará finalmente a Talgo”, según explican los analistas de Renta 4 Banco.
Stadler es el principal pretendiente de Talgo
La cuestión es que la cotización actual de Talgo no refleja adecuadamente el potencial del grupo. La compañía salió a bolsa a 9,25 euros y ahora cotiza en torno a un 50 por ciento por debajo de este valor.
Por eso, una oferta amistosa de adquisición sería la vía ideal para que los fondos presentes en Talgo maximizaran el precio de salida. Y aunque hay bastantes compradores potenciales, los pretendientes más serios, además de CAF, son Stadler y el capital riesgo.
Para el grupo suizo Stadler, fabricante de material ferroviario, el mercado español no es una novedad. La compañía se hizo en 2015 con Vossloh España, un fabricante valenciano de trenes. Y su crecimiento en los últimos años ha sido espectacular. Es una referencia en Europa.
“Puede ser uno de los principales candidatos”, explican en Renta 4 Banco. A su juicio, Talgo aportaría al grupo suizo un tamaño considerable, que cifran en un 18 por ciento de sus ventas.
Además, el fabricante español permitiría a Stadler “la entrada en el segmento de muy alta velocidad”, donde no está presente, apuntan los expertos. Este es el mismo atractivo que Talgo ofrece a CAF, su liderazgo en alta velocidad.
Pendientes de la división de señalización de Thales
Con todo, Stadler, al igual que CAF, también aparece entre los potenciales compradores de la división de señalización de Thales. Su encaje estratégico es total.
“Podría ser una buena oportunidad estratégica para Stadler y podría ayudar a impulsar su negocio mucho más rápido”, explicaron los analistas de JP Morgan al respecto.
La contrapartida para Stadler si esta operación sale adelante es que tendría que aparcar su posible interés por Talgo.
Algo parecido le sucedería a CAF, que tendría que hacer muchos números si se hace con la filial de Thales. En Renta 4 ven complicada la entrada de CAF en Talgo después de haber comprado Thales. La ratio de endeudamiento iría muy al límite.
Los fondos de capital riesgo están al acecho
Más allá de Stadler y CAF, es evidente que para los fondos de capital riesgo, Talgo es un caramelo apetecible. El grupo está muy infravalorado en bolsa y la cotización no refleja su potencial de crecimiento.
Es justo lo que buscan estos fondos, negocios baratos pero con buenas perspectivas que permitan liderar la gestión y una posterior venta a mayores precios. Por eso podrían entrar en una operación por Talgo.
Tras el impacto sufrido por el coronavirus, la industria del capital riesgo está en plena recuperación y este año se prevén cifras récord.
Además, el impacto de las vacunas tendrá un efecto muy positivo para la movilidad e incrementará las frecuencias ferroviarias.
Ello beneficia en particular a Talgo, dado el gran peso de su cartera de mantenimiento en las cuentas del grupo. Sus tres grandes flotas (en España, Arabia Saudí y Kazajistán) sufrieron un fuerte impacto pero ya hay señales de reactivación en el mercado doméstico y el árabe.
El capital chino se queda descolgado
Finalmente, la compañía china CRRC tendría en Talgo una excelente oportunidad para entrar en el mercado europeo. Sin embargo, los analistas descartan que pueda meterse en esta operación.
Es cierto que cuentan con trenes punteros pero no cumplen los requisitos de seguridad del mercado europeo, lo que supone una barrera de entrada.
Es más, los analistas creen que será complicado ver al grupo chino en esta puja tanto por las restricciones por parte de la UE como por la reticencia del gobierno español a la llegada de capitales del gigante asiático.
Precisamente, la derivada política es el principal enemigo del capital chino. “Sin duda harían una oferta más competitiva pero ningún político querría asumir el riesgo de que haya un accidente en un tren de fabricación china”, apuntan en fuentes del mercado.