Alcoa, Rio Tinto, Vale... las grandes mineras asumen la ruta net zero
Las compañías integradas en ICMM reducirán las emisiones scope 1 y scope 2 en línea con el Acuerdo de París. Es uno de los sectores amenazados con perder el grifo de la financiación
Las grandes mineras se suman al grupo de industrias que no quieren quedarse al margen de la ruta hacia las cero emisiones. Las empresas integradas en la International Council of Mining & Metals (ICMM) anunciaron este lunes que asumían el compromiso de descarbonizar sus operaciones.
Así, se compromete a poner en marcha medidas para reducir las emisiones scope 1 y scope 2 (aquellas que las compañías generan tanto de forma directa, como para poder operar) en línea con el Acuerdo de París. El único objetivo que se queda fuera -y por el momento- del pacto es el que afecta al scope 3, que incluiría también, por ejemplo, las emisiones de sus clientes y sus proveedores.
Este paso -que el activismo llevaba tiempo solicitando y que ya ha tenido efectos a nivel individual como, como ejemplo, en el caso de Glencore o BHP-, afecta a los pesos pesados del sector.
Alcoa, ARM, AngloAmerican, Anglo Gold Ashanti, Antofagasta, Barrick, BHP, Boliden Group, Codelco, Freeport-McMoRan, Glencore, Gold Fields, Hydro, JX Nippon Mining & Metals, Minera San Cristóbal, Minsur, Mitsubishi Materials, MMG, Newcrest, Newmont, Orano, Polyus, Rio Tinto, Sibanye-Stillwater, South32, Sumitomo Metal Mining, Teck y Vale.
Es decir, están implicadas varios de los líderes mundiales de los cinco continentes.
El compromiso scope 3, para 2023
Aunque en este primer paso las emisiones indirectas se han quedado fuera del, las grandes mineras reconocen que son críticas y que vendrán un poco más adelante.
"Reconocemos que el Alcance 3 es fundamental para minimizar nuestro impacto general y estableceremos los objetivos del Alcance 3, si no para fines de 2023, lo antes posible", avanzan.
"Desempeñaremos un papel de liderazgo en la superación de estas barreras y el avance de asociaciones que permitan establecer objetivos creíbles y reducciones de emisiones en todas las cadenas de valor", insisten.
Los inversores están siendo muy activos a la hora de exigir a las empresas objetivos claros para cada uno de los alcances. Chris Hohn fue uno de los primeros que comenzó a pedir a sus participadas que hiciera públicos estos datos, pero BlackRock dio ese giro a comienzos de este año, y las asociaciones de inversores institucionales implicados en la ruta net zero también lo están solicitando.
De hecho, algunos proxy está temporada se opusieron a alguno de los planes climáticos que se han presentado en junta, justo por no medir las emisiones scope 3.
Las compañías en la ICMM lo han tenido en cuenta porque se han comprometido a dar información tanto de su volumen de emisiones en todos los alcances, como de su evolución. Para comunicarlo seguirán las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TFCD).
El riesgo de quedarse fuera de las carteras y de la financiación
Las mineras son algunas de las compañías que más se juegan en esta primera etapa de la ruta hacia las cero emisiones, porque no solo podrían verse excluidas de la cartera de parte de los inversores institucionales, sino que también de la financiación bancaria.
La banca está comenzando a presentar compromisos concretos de descarbonización de sus carteras de crédito, pero uno de los que ya es público es el relacionado con el carbón.
En España, el Banco Santander y el BBVA ya se han comprometido a dejar de financiar a aquellas empresas que cuenten con un porcentaje determinado de ingresos procedentes del carbón.
Son las primeras en hacerlo público -se espera que el BBVA aporte una ruta más concreta el próximo 18 de noviembre en su Investor Day-, pero vendrán más. Caixabank también se ha comprometido al integrarse en la Net Zero Banking Alliance. Entre los no cotizados, Ibercaja y Abanca también forman parte de este grupo.
No obstante, por su posición internacional, la estrategia que sigan Banco Santander y BBVA -y el resto de entidades globales- puede ser muy relevante para todas las compañías de minería.
También los inversores institucionales están presionando y lo continuarán haciendo, porque muchos de ellos están comprometiendo sus propias carteras con las cero emisiones y eso les condicionará a la hora de invertir y desinvertir en activos.
Por el momento -y aunque hay quienes ya han lanzado mensajes rotundos de que irán sacando al carbón de la carteras-, lo que están exigiendo a sus participadas es una ruta hacia hacia las cero emisiones. Las mineras está claro que no han querido dejarles con ganas justo antes de la COP 26, donde se va a mirar con lupa a todos aquellos sectores que sigan negándose a remar contra el cambio climático.