Aún queda gasolina en el Ibex: remonta hasta los 10.200
Los inversores siguen apostando por la bolsa europea tras las elecciones holandesas y la subida de tipos en Estados Unidos. La banca se corona como el sector ganador
El Ibex-35 salda una semana decisiva con una subida del 0,77% en la sesión del viernes, con lo que se coloca en los 10.245,80 puntos. Una cota psicológica que no superaba desde finales de 2015. Los inversores han vuelto a tomar posiciones en las bolsas tras haber superado dos grandes retos esta semana. Por una parte, la subida de tipos en Estados Unidos y, por otra, las derrota del grupo ultraderechista en las elecciones de Holanda. Con ello, el principal indicador de la bolsa española cierra la semana con una remontada del 2,39%.
El gran motor ha sido la banca, que ha seguido beneficiándose del optimismo de los mercados. El sector de mayor peso en el Ibex-35 ha cerrado la sesión con una subida en conjunto del 0,48%. El Sabadell subió un 2,00%; el Popular un 1,41%; Bankia un 1,04%; Bankinter un 0,78%; el Santander un 0,27%; CaixaBank un 0,23%; y el BBVA un 0,35%.
El sector está gozando de dos importantes vientos a favor. Tanto la subida de las rentabilidades de los bonos en respuesta a un traspaso del dinero de los inversores de la renta fija a la renta variable, como el fortalecimiento del euro en estos últimos días. A cierre del viernes, el euro se intercambiaba por 1,07 dólares estadounidenses.
Ha sido una muy buena sesión también para Mediaset, que se revalorizó un 3,38%, así como para Grifols ( 3,09%). ACS subió un 2,56%.
Pocos valores sucumbieron a las pérdidas. Enagás cedió un 1,82%, Merlin Properties un 0,46% y Melia un 0,40%.
Fuera del Ibex-35 ha destacado la salida a bolsa de Prosegur Cash, que se ha estrenado en el parqué con una subida del 3%, hasta los 2,06 euros por acción, aunque llegó a tocar los 2,15.
El selectivo español logró romper la apatía con la que sea movido gran parte del día. Era una jornada complicada, sin apenas datos macro de calado y con una 'cuádruple hora bruja' por medio, especialmente tras los importantes avances de las últimas sesiones.
En similar línea cerraron las principales plazas de Europa. El Cac 40 francés subió un 0,32% y el Dax alemán un 0,10%.
En Wall Street, poco ánimo comprador. Tanto el Dow Jones como el S&P 500 se mueven planos.
"Parece improbable que la Fed vaya a 'aguar la fiesta' al crecimiento mundial en un futuro próximo", afirma Anna Stupnytska, economista global de Fidelity. La gestora de activos solo prevé una subida de tipos más para este año ya que "probablemente lleguemos al pico del ciclo pronto, y la probabilidad de que una desaceleración en China lastre la inflación, los mercados y el crecimiento en todo el mundo es bastante alta". "Se esperaba que la Fed aumentase sus tipos de interés, ya que los miembros de la institución consideraban la reunión de marzo como una oportunidad para avanzar un poco más con el proceso de normalización de la política monetaria estadounidense", recuerda Vincent Reinhart, economista jefe de Standish, parte de BNY Mellon IM. "Además, los datos respaldan ese objetivo: la volatilidad es baja, las turbulencias políticas se ha calmado un poco y los mercados están preparados para la tan anunciada subida". La pregunta que se hace el experto es si la presidenta, Janet Yellen, deseaba aprovechar esta oportunidad o si lo ha hecho obligada por sus colegas.
Donde se ha percibido mayor volatilidad ha sido en el mercado de bonos. Pese a que los mercados descuentan un programa de estímulos para rato, el consejero austriaco del Banco Central Europeo, Ewald Nowotny, afirmó en declaraciones a un medio de comunicación que la institución estaba debatiendo sobre la posibilidad de una subida de tipos de interés o del depósito antes o después del final del QE. Los inversores reaccionaron acorde en las primeras horas del mercado, con lo que la rentabilidad del bono español subió al 1,9%, pero el dinero ha vuelto a fluir hacia la deuda gubernamental y el título a 10 años español se mueve al cierre de sesión en el 1,85%. Los bonos europeos y norteamericanos también percibieron esa entrada de capital.
"Parece que el populismo, aparentemente en auge tras el Brexit y la inesperada victoria de Trump, ha perdido intensidad a corto plazo", apunta Paul Markham, gestor en el equipo de renta variable global de Newton, parte de BNY Mellon. "Los inversores en Europa pasarán ahora a centrar su atención en las presidenciales francesas".