Bill Gross reniega de su esencia y dice que “los bonos son basura”
El cofundador de Pimco, conocido como ‘el rey de los bonos’, reniega de los activos que le hicieron millonario y pronostica precios a la baja
Bill Gross, conocido en Wall Street como ‘el rey de los bonos’, atacó sin piedad a los activos que le dieron fama mundial y dijo literalmente que los bonos son “basura de inversión”.
Tras un año y medio de pandemia del coronavirus, muchas son las noticias que han sorprendido a los inversores, pero pocas de tanto calado como el ataque que acaba de lanzar el confundador de Pimco en un análisis publicado en su página web.
Resulta verdaderamente preocupante que el hombre que se enriqueció con la renta fija haya dicho ahora que los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo son tan bajos que los fondos que los compran pertenecen al "cubo de basura de las inversiones".
El famoso inversor, que se jubiló en Janus Henderson justo un año antes de que estallara la pandemia tras demandar a Pimco, se mostró muy molesto con los rendimientos actuales de la deuda pública.
El efectivo también es basura, según Gross
Los rendimientos a diez años probablemente suban al 2 por ciento en los próximos 12 meses, desde el 1,3 por ciento actual, lo que supondría para los inversores una pérdida de aproximadamente el 3 por ciento, según calculó Bill Gross.
Tras vilipendiar a los bonos, Gross pasó a la carga contra el efectivo, al que igualmente consideró como algo completamente inútil para los inversores.
“El efectivo ha sido basura durante mucho tiempo, pero ahora hay nuevos contendientes", apuntó el gurú para dejar claro que los bonos y el ‘cash’ rivalizan como activos basura.
Las acciones tampoco se libran de las sospechas
Por supuesto, los misiles de Gross también llegaron a la renta variable. “Los fondos de bonos a medio y largo plazo están en ese contenedor de basura con toda seguridad, pero ¿le seguirán las acciones?”, reflexionó el inversor.
La respuesta a esta pregunta depende del ritmo en que se recuperan los beneficios empresariales.
“Más vale que el crecimiento de los beneficios sea de dos dígitos o, de lo contrario, podrían unirse al camión de la basura”, se despachó Gross.
Gross, un bajista redomado contra los bonos
Lo cierto es que ‘el rey de los bonos’ ha sido bajista con estos activos desde hace tiempo. En marzo, declaró a Bloomberg TV que empezó a apostar contra los bonos del Tesoro en torno al 1,25 por ciento.
Lo que espera Gross es que los precios de los bonos bajen porque lo único que se puede esperar de las rentabilidades (que se mueven en sentido inverso) es que vayan hacia arriba.
La culpa de esta circunstancia, a juico de Gross, la tiene la Reserva Federal y su programa de expansión cuantitativa. “Ha estado absorbiendo alrededor del 60% de las emisiones netas del Tesoro a través de su programa de flexibilización cuantitativa”, apuntó.
La financiación de los déficits fiscales complica las perspectivas
Todo se complica con los déficits fiscales a los que se tendrá que enfrentar la economía estadounidense, en torno a los 1,5 billones de dólares, lo que hará que la oferta de deuda crezca y se traduzca en tipos de interés más altos, con precios de los bonos más bajos.
La única solución que vio Gross es que la inflación regrese pronto al 2 por ciento pero la cuestión de fondo sigue siendo la misma, en la medida en que no está claro cuántos programas de gasto fiscal podrán afrontar los inversores sin tener que aceptar a cambio mayores tipos de interés.
Desde que se jubiló en Janus Henderson, Bill Gross estuvo centrado en gestionar las actividades de la 'William, Jeff and Jennifer Gross Family Foundation', una fundación filantrópica que tiene activos por valor de 390 de millones de dólares (340 millones de euros).