Bolsa americana: ¿Hay que seguir teniéndola en cartera?

Estados Unidos cotiza cerca de máximos mientras sube la incertidumbre sobre su economía. Aun así, es aconsejable reservar un espacio en la cartera a Wall Street

El debate sobre qué hacer con los fondos de bolsa americana es una constante que persigue a los inversores desde hace tiempo, a medida que se van sumando trimestres al ciclo alcista más largo de la historia en Wall Street (diez años ya, desde 2009). ¿Hasta cuándo puede seguir teniendo potencial este mercado?, se preguntan. Máxime, cuando las dudas sobre la primera economía del planeta van en aumento, con la aparición de señales como la inversión de la curva de tipos de interés (que sucede cuando se exige más rentabilidad por la deuda a corto plazo que a largo, y que es considerada un anticipo de que una recesión se va a producir en los próximos doce meses). En ese sentido, hemos preguntado a los expertos qué conviene hacer con los fondos de bolsa americana. Aunque con distintos matices, la respuesta ha sido unánime: es interesante mantener una parte de la cartera en este activo.

Para empezar, porque se trata de un mercado más defensivo que el resto y que constituye una brújula para los demás. «Normalmente, si Estados Unidos cae, las demás bolsas se ven arrastradas y viceversa», recuerda Leonardo Fernández, director del canal intermediario de Schroders España. «Las acciones estadounidenses representan cerca de la mitad de la capitalización de las bolsas de todo el mundo y Estados Unidos sigue siendo una potencia líder en innovación, con un clima favorable para hacer negocios y un adecuado perfil demográfico (en contraste con muchos países desarrollados), lo que se une a un Gobierno que favorece la desregulación, que resulta positiva para hacer negocios» añade Kasia Kiladis, directora de inversiones de renta variable estadounidense de Fidelity.

Asimismo, los especialistas recuerdan que, si bien es cierto que se está produciendo una ralentización de la economía de Estados Unidos, esta sigue en buena forma, con el desempleo en mínimos históricos. «El actual ciclo económico, aunque sea en su fase más madura, puede alargarse aún más. En ese sentido, es clave el hecho de que la confianza del consumidor muestre una buena salud (teniendo en cuenta que el consumo representa dos tercios de la economía americana)», explica a este respecto José María Luna, socio de Luna Sevilla Asesores Patrimoniales.

Elecciones en el horizonte

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Un factor que precisamente va a continuar dando apoyo al ciclo es la proximidad de las elecciones presidenciales: «Esperamos que se aprueben medidas para acelerar el crecimiento que permitan al presidente, Donald Trump, llegar a las elecciones, en noviembre de 2020, con la economía a su favor», dice David Shaw, experto en renta variable americana y cogestor del fondo AXA WF Framlington American Growth.

Asimismo, el papel de la Reserva Federal también es importante en este sentido. Hay un proverbio en Estados Unidos que dice que los ciclos económicos no mueren de viejos sino que los matan los bancos centrales. Pero no parece que vaya a ser así en este caso, a tenor del giro dado por la Fed hacia una política monetaria más laxa para combatir precisamente el debilitamiento del crecimiento, la persistente baja inflación y las incertidumbres por la guerra comercial. En concreto, el organismo recortó los tipos de interés en un 0,25% en julio y el mercado anticipa tres recortes más hasta finales de 2020. «Estados Unidos nunca ha vivido una recesión con las condiciones de crédito acomodaticias. Por el contrario, una crisis suele producirse cuando se endurece el acceso al crédito, lo que provoca que las compañías y los consumidores comiencen a reducir el gasto y los costes», explica Shaw sobre este asunto.

En todo caso, es lógico tener dudas sobre el atractivo que puede restar a la bolsa americana después de tantos años seguidos de tendencia al alza. Pero los especialistas son optimistas sobre este punto. «Todavía vemos potencial de subidas en este mercado porque las perspectivas de resultados siguen siendo positivas, con expectativas de incremento de los beneficios corporativos del 4 por ciento pese al impacto negativo de la guerra comercial», dice Shaw. «Los máximos están para romperlos. Así lo ha demostrado la bolsa americana en otros momentos», añade Luna, en un argumento compartido por Kiladis: «Todavía vemos un montón de oportunidades a buenos precios en Estados Unidos. ¿Puede la bolsa continuar subiendo pese a encontrarse tan cerca de máximos?

Nosotros creemos que sí, que el mercado alcista puede proseguir debido a los factores macroeconómicos que le dan soporte y a la política monetaria acomodaticia.

¿Está cara Wall Street?

De hecho, cuando algunos inversores argumentan que la bolsa americana está cara, suelen olvidarse de que su evolución también está relacionada con la composición de sus índices, con fuerte presencia de compañías de gran crecimiento como los gigantes tecnológicos, que suelen presentar 'peres' más elevados.

Asimismo, la bolsa de Estados Unidos tiene un componente menos cíclico que Europa, China y muchos mercados emergentes (con una proporción inferior al 50%) , lo que debe ser tenido en cuenta a la hora de valorar su atractivo.

Pero, ¿qué factores podrían contribuir a la continuidad del buen desempeño de este mercado? José María Luna menciona, entre otros, la citada política expansiva de la Fed (si va más lejos de lo que descuenta el mercado), un posible acuerdo entre Estados Unidos y China respecto a la guerra comercial «aunque sea una paz parcial» y «el propio trasvase de dinero de bolsa desde otros mercados hacia Estados Unidos, como ocurrió recientemente con el anuncio de la estrategia del Fondo Soberano de Noruega (que ha cambiado el foco de sus inversiones desde Europa hacia Wall Street».

«El mercado estadounidense continuará haciéndolo bien si los datos económicos y los beneficios empresariales le dan apoyo. Asimismo, el consumo es un factor esencial e, históricamente, siempre ha sido el mejor indicador de la marcha del conjunto de la economía americana», asevera Kiladis, por su parte.

En el lado opuesto, un deterioro de los datos macroeconómicos podría poner en riesgo las plusvalías. «Nos preocuparía si el crecimiento baja por debajo del 1%. Pero, a día de hoy, esto no lo vemos probable», apunta Fernández al respecto.

Por todos estos factores, los expertos aconsejan mantener exposición al principal mercado del mundo. «Nosotros recomendamos a los clientes tener una cartera diversificada. Y, en una cartera diversificada, la bolsa americana siempre tiene que estar presente», recuerda Fernández. «Merece la pena que la bolsa estadounidense siga en nuestras carteras si nuestro perfil de riesgo así lo admite. Bien vía fondos puros de renta variable americana, a través de fondos globales ligados al MSCI World o mediante fondos temáticos y sectoriales con importante presencia de acciones de compañías estadounidenses. Quienes no lo creen así y llevan tiempo apostando más por otros mercados han comprobado que dicha decisión ha sido un error», asevera Luna.

En todo caso, la fuerte revalorización vivida en esta zona geográfica obliga a ser más selectivos que nunca. En ese sentido, a Luna le gustan «las empresas de gran capitalización, de tecnología, consumo o salud».

Shaw, por su parte, hace una defensa de las compañías con «genuino crecimiento orgánico de los beneficios, favorecido por la innovación y la reinversión de la caja en el propio negocio». «Las perspectivas para la innovación empresarial son positivas, especialmente teniendo en cuenta que los mercados de capitales continúan proveyendo de un sólido apoyo financiero para las compañías que necesitan financiación para sus negocios», dice Shaw.

Kiladis, en cambio, cree que podría haber llegado el momento de las compañías de 'value' o valor (aquellas que cotizan por debajo de su valor intrínseco), tras años de peor comportamiento que las de 'growth' o crecimiento (aquellas con elevadas perspectivas de beneficios, que suelen cotizar con 'peres' más elevados): «Las acciones 'menos seguras' de valor podrían hacerlo mejor a partir de ahora. Si se evita una recesión gracias a los estímulos de Washington, por ejemplo, estas áreas percibidas como de mayor riesgo subirían más que el resto. Incluso si entramos en un periodo bajista de los mercados, las acciones 'value' o de valor podrían hacerlo mejor si tenemos en cuenta que las de crecimiento han sido tan demandadas en los últimos años que lo único que pueden hacer ahora los inversores con ellas es venderlas».

Qué áreas de la bolsa estadounidense conviene evitar

En cuanto a las áreas que conviene evitar, Leonardo Fernández advierte de que actualmente existen menos oportunidades en los sectores más defensivos de Wall Street y que reparten altos dividendos, pues se han beneficiado de fuertes entradas de dinero por el miedo a la recesión que se ha instalado en los mercados.

Respecto a productos concretos, el fondo gestionado por Shaw, el AXA World Funds Framlington American Growth, se caracteriza por un enfoque de inversión basado en una selección activa, fundamental y ascendente de los valores que componen la cartera del fondo. La selección de los activos se hace con un marcado perfil de crecimiento e invirtiendo con vistas al largo plazo
Por su parte, en Schroders recomiendan el Gaia Sirios US Equity, que combina apuestas cortas y largas para beneficiarse de las subidas y minimizar las pérdidas. «Esta cualidad es importante porque si tu cartera cae un 50%, para volver al mismo punto hay que recuperar un 100%», explica Fernández.

Asimismo, en la gestora americana cuentan con el Fidelity Funds America Fund, con un estilo de gestión de valor. Sus gestores buscan compañías infravaloradas, con fuerte potencial de revalorización, para construir una cartera relativamente concentrada.

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