CAF y Talgo: la clave para seguir al alza son las adjudicaciones
Los dos fabricantes de trenes son compañías atractivas y, como tal, llevan un buen año en bolsa. La cuestión es determinar si va a continuar la racha alcista. Los expertos nos dan algunas pautas para tratar de averiguarlo.
Los dos fabricantes de trenes españoles, Talgo y CAF, pugnarán por uno de los mayores contratos de alta velocidad en el horizonte, el AVE británico. La noticia, conocida hace días, abre la posibilidad de hacerse con una adjudicación por unos 3.100 millones de euros, lo que seguramente impulsará la cotización de la compañía ganadora. «El contrato es muy relevante, especialmente para CAF y Talgo que son más pequeñas. Además, el que se lo lleve contará con una referencia importante para su CV. Esta enorme carga de trabajo, que dará visibilidad para varios años, impactará en la cotización», explica Íñigo Recio, de GVC Gaesco Beka.
Al analizar las fortalezas de las españolas para hacerse con la licitación, Talgo destaca por su especialización en la alta velocidad; mientras que CAF tiene presencia local pues va a construir una planta en Gales, donde tiene un acuerdo para suministrar 77 trenes regionales.
«Me da la sensación de que tiene más posibilidades Talgo. Porque es especialista en alta velocidad. Además, estaba preseleccionada desde el primer momento y a CAF la han repescado para asegurar la competencia en el concurso, después de que se fusionasen dos de los candidatos; y de que otros dos decidiesen acudir en consorcio», explica Alfredo del Cerro, de Sabadell.
Sin embargo, aunque «las compañías españolas son muy competitivas y se lo van a poner muy difícil a los grandes del sector», según Recio, no les será fácil superar a la competencia: el gigante surgido de la fusión de Siemens con Alstom y el consorcio constuido por Bombardier y Hitachi. En todo caso, el ganador del concurso no se conocerá hasta 2019, presumiblemente, y los especialistas explican que no tiene sentido invertir con vistas a un concurso que se va a adjudicar dentro de tantos meses. «Que pueda ser un catalizador en el momento, pues vale, pero no supeditamos la compra de un valor a un contrato puntual», explica César Sánchez-Grande, director de análisis de Ahorro Corporación.
Respecto a la importancia de las adjudicaciones, hace falta explicar que lo que se valora no es conseguir un contrato puntual sino el ritmo y el volumen del conjunto de las adjudicaciones, que sí son un driver muy importante para la acción, según Del Cerro. «Los nuevos contratos que consigan son uno de los catalizadores más importantes», apunta Íñigo Recio. De hecho, es este asunto el que explica el diferente comportamiento de ambos valores en lo que va de ejercicio (más brillante en el caso de CAF): «Las dos empezaron el año con un nivel de adjudicaciones más bien flojo pero, según ha ido avanzando el año, CAF ha ido ganando contratos y ha habido flujo de noticias positivas en ese sentido. Por el contrario, en el lado de Talgo ha habido menos noticias positivas. Y, además, las adjudicaciones que iba a haber en Renfe se han retrasado por el cambio de Gobierno».
En ese sentido, Sánchez-Grande asevera: «Talgo es una compañía que lo que le falta para que le devolvamos la recomendación de compra (la tiene en «retener», a 5,50 euros) es que tenga más recurrencia en las contrataciones. Es uno de los puntos en los que la compañía quiere crecer. Que no se la vea como una compañía que consigue contratos grandes pero puntuales (como el de la Meca), sino recurrentes. En lugar de algunos contratos de 800 millones, hacen falta muchos de 200 ó 300 ó de ciento y pico». Por eso, Sánchez-Grande prefiere a CAF que, a su juicio, cuenta con más potencial (del 14 por ciento): «Es una compañía que durante los últimos 10 años ha ganado 10.800 millones a nivel internacional porque durante la crisis española no se adjudicó ningún contrato. Con lo cual, con la vuelta de España a invertir en infraestructuras, la compañía cuenta con potencial interesante que la hace ser una opción atractiva de inversión. Además, se ha posicionado muy bien en el segmento de transporte urbano tras la compra del fabricante de autobuses polaco Solaris, la semana pasada».
Del Cerro está de acuerdo en que «una de las pegas de Talgo frente a CAF es que, al ser contratos de mayor tamaño, hace que sea dependiente de pocos contratos. En CAF, en cambio, son adjudicaciones de mayor recurrencia y puede estar ejecutando muchos más contratos a la vez, lo cual le genera menos volatilidad en la cuenta de resultados», explica. En todo caso, a él le gustan ambas empresas. «Tengo recomendación de comprar en las dos compañías (con un precio objetivo de 5,83 en Talgo y de 45,25 en CAF). Son diferentes en la medida en que Talgo está más enfocada en el segmento de la alta velocidad y suele tener contratos de mayor tamaño. Pero, como contrapartida, al tener una tecnología muy específica, eso le hace que en algunos segmentos pueda competir mejor y tenga unos márgenes por encima de los competidores. CAF, en cambio, está más centrada en un segmento de metropolitano, regional, cercanías y demás. Son contratos con mayor recurrencia pero suelen ser de menor tamaño. Me gusta cada una en su nicho».
Más allá de eso, este especialista explica que, además de las adjudicaciones, los inversores tienen que poner el foco en los márgenes, que es la manera de ver que esos contratos aportan rentabilidad. En ese sentido, hay que apuntar las fechas del 24 y 26 de julio, en las que CAF y Talgo presentarán cuentas, respectivamente.