Cómo proteger las carteras de la criptoinflación

La fuerte subida de los precios de los chips por la minería de criptomonedas da lugar a la criptoinflación, una seria amenaza para las carteras

El miedo a la inflación se ha convertido en uno de los riesgos que explican la alta volatilidad del mercado en el arranque del año, pero hay otro enemigo silencioso que también amenaza las carteras, la criptoinflación.

Algo en lo que la gente no ha caído es en la “criptoinflación, que se deriva de las fuertes subidas de las criptomonedas”, dijo el analista de la revista INVERSIÓN, Enrique Marazuela, en el podcast de finanzas.com.

El término y el concepto es importante para entender cómo la subida de los precios se ha convertido en la gran amenaza de la economía global.

“Para para minar las criptomonedas hay que tener una capacidad de computación muy grande. Por eso, los precios de los chips se han disparado y hay escasez en el mercado”, recalcó Marazuela.

Un escenario de inflación controlada

En este contexto de precios al alza, uno de los mayores riesgos que hay sobre la mesa es la posibilidad de que se produzca una “espiral inflacionista”, alimentada por los conocidos efectos de segunda ronda sobre los salarios.

“Parece que esto está más presente en los Estados Unidos, donde estamos viendo subidas salariales más que en Europa, donde una parte de la inflación responde al repunte de la energía”, recordó el analista de la revista INVERSIÓN.

En Europa, los inversores pueden estar algo más tranquilos por lo que respecta a la inflación de segunda ronda. Si bien es un riesgo, “hoy por hoy no es una realidad”, dijo Marazuela.

Al final, las empresas pueden hacer una apuesta por intentar hacer mayores ventas y pueden ajustar su base de costes, antes de trasladar a sus precios la subida de la inflación y de la criptoinflación.

Publicidad

En su opinión, es previsible que la inflación se vaya moderando este año y que “podamos pasar a este año a cifras que ronden el 3 por ciento”, siempre y cuando se moderen los precios del petróleo.

¿Cómo deben gestionar los inversores este escenario?

Así las cosas, gestionar correctamente este escenario de expectativas más moderadas en los precios, pero con el riesgo aún latente de mayores subidas en los activos digitales y en los efectos de segunda ronda, es una tarea prioritaria para los inversores.

La primera clase de activo donde no hay que buscar son los bonos gubernamentales, puesto que “no ofrecen ningún valor”, recordó Marazuela. Ni siquiera el diez años alemán, aunque se haya puesto en positivo.

Cuando las economías globales han estado muy endeudadas, la situación siempre se ha resuelto con lo que se conoce como represión financiera, es decir, que las rentabilidades de los bonos rindan menos que la inflación.

“Tenemos esta situación para una buena temporada, además porque los bancos centrales van a intentar que esta represión sea aún mayor”, añadió el analista.

Luego estarían los bonos corporativos de grado de inversión, donde los diferenciales están demasiado bajos, teniendo en cuenta que los bancos centrales han estado comprando esta deuda.

Esto ha comprimido hasta tal punto los márgenes que “no se está teniendo en cuenta la prima de liquidez que tenía esta deuda y que era una retribución más para invertir en estos bonos”. Y algo parecido sucede con la deuda de alto rendimiento (high yield).

En los bonos emergentes hay valor, pero el peligro es que la Fed reduzca su balance. “Son malas noticias para los países emergentes, que tendrán que subir tipos de interés para defender sus divisas”, dijo Marazuela.

La renta variable europea como alternativa

En este entorno, “las acciones todavía sí tienen valor, aunque habrá que analizar las compañías en detalle”, incidió el analista de la revista INVERSIÓN.

En los últimos años, las grandes subidas se han concentrado en las empresas tecnológica y en las acciones de crecimiento, mientras que las cenicientas han sido las compañías de valor, con alta rentabilidad por dividendo y bajos múltiplos.

Por eso, puede que haya una rotación en este sentido. “Si esto es lo que ocurre en el mercado, “sería un año mejor para Europa que en los Estados Unidos, no por las tasas de crecimiento sino porque Europa tiene un perfil mucho más de valor”, recordó Marazuela.  

Ante la tentación de estar en liquidez, el experto se decantó justamente por la opción contraria. “Quizás en correcciones sería una cuestión de buscar más posiciones en renta variable”, apuntó. Eso sí, también apostó por recoger beneficios ante posibles repuntes.

El enfrentamiento bélico en Ucrania no es el escenario base

Finalmente, Marazuela apuntó que la contienda bélica en Ucrania no es su escenario base. “Cada vez hay más posibilidades para la diplomacia y me da la sensación de que Rusia tampoco busca necesariamente el enfrentamiento bélico”.

Con la experiencia de haber vivido tensiones geopolíticas muy serias en los mercados, el analista dijo que una confrontación armada entre Ucrania y Rusia “sería muchísimo peor que la guerra del Golfo”. Pero no es lo que espera. “Creo que vamos hacia una negociación”, apostilló.

Precisamente, las tensiones en Ucrania supusieron que el bitcoin perdiera una gran oportunidad para probar su valía como activo refugio.

Para Marazuela no fue una sorpresa. Todavía falta para su madurez, en la medida en que “no haya respaldo físico, como si lo tienen los bonos o las acciones”, apuntó.

En portada

Noticias de